sábado, 29 de septiembre de 2012

De lluvias


Fotografía de Diego Morales

Como decía el cantante:

 En mi país la lluvia no sabe llover:
o llueve poco o llueve demasiado;
si llueve poco es la sequía,
si llueve demasiado es la catástrofe.
¿Quién enviará a la lluvia a la escuela?
                          (Raimón)


Vinieron las lluvias, descargaron en unas horas la mercancía de varios meses sin agua, (se nota que llevaban mucha prisa), dejaron desolación y penas. ¡La escuela estaba ahí al lado, bien podrían haber entrado y aprender a llover como Dios (y la seño) mandan!

12 comentarios:

Torcuato dijo...

Añorando la lluvia
estaba
la vi desde el vidrio
leí después la muerte
vi después el brillo.

Me has inspirado este humilde poema.
Un abrazo, amigo.

Juan Carlos Téllez Gracia dijo...

Dyhego:

Lo siento por Lorca, como si no tuviera bastante, que parece el dedo herido al que van a para todos los golpes.

Salud.

Dyhego dijo...

Torcuato^:
¡Pues es un poemilla gracioso y ocurrente, con su miga y todo! Me gusta.
Salu2 lluviosos.

Dyhego dijo...

Clochard:
Desde luego las inundaciones son terroríficas, aquí o en Málaga o en Almería. En Lorca ha sido pero por la desgracia anterior del terremoto.
Salu2 murcianos.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Nunca llueve a gusto de todos, eso es cierto y mas si se pasa de la raya, inundados sitios y lugares que algunos no deberían de estar donde los hicieron.
Posiblemente haya que mandar a la escuela a todos haber si así se ponían de acuerdo.
Un abrazo.

Dyhego dijo...

Oviedo:
Es cierto que, al margen de las inclemencias del tiempo, no se suelen respetar ramblas ni cauces.
Salu2.

Unknown dijo...

Es que la culpa no la tiene la lluvia sino los seres humanos que con nuestras malas costumbres estamos alterando el sentido de todo y eso conlleva estos desastres, aunque algunos sigan sin creerlo ni entenderlo.

Dyhego dijo...

Gloria:
Hay una parte de razón en lo que dices. El agua tiene que bajar por sus cauces y si nos empeñamos en construir en las mismísimas ramblas...
De todos modos, las fuerzas de la naturaleza son imprevisibles.
Salu2.

Olga Bernad dijo...

Vaya, qué cierto. Tan bendita la lluvia y tan maldita... y es que, hombre de por medio o no, la naturaleza es así, indomable.
Cuídese, mesié.
Y buena lluvia.

Dyhego dijo...

Olga:
Es una lástima que se produzcan víctimas y el desesperante ver que si se respetasen los cauces naturales, el riesgo de inundaciones sería menor, sin duda.
De todos modos, 200 libros en Totana, es mucho peroque mucho...
Salu2.

LA ZARZAMORA dijo...

Sin palabras.

Besos, Dyhego.

Dyhego dijo...

Zarzamora:
Oh, cette méchante pluie!
Salu2.