Saben ustedes que no soy propenso a tratar aquí de temas laborales, pero hoy voy a hacer una nueva excepción.
Durante el presente curso les he propuesto diariamente a mis alumnos de 3º y 4 º ESO (14/16 años) una greguería de Ramón Gómez de la Serna. Llevamos 60, greguería arriba, greguería abajo. Se las escribo en la pizarra traducidas al francés ("Ramón Gómez de la Serna. Greguerías". Éditions Cent pages. Traduction de Jean-François Carcelen et Georges Tyras). El trabajo de los alumnos consiste en traducirlas de nuevo al español y explicarlas en francés.
Los resultados han sido francamente desalentadores y catastróficos.
Sólo uno o dos alumnos de cada clase (tres clases, 76 alumnos) hacían el trabajo, pero ni siempre ni las dos partes del trabajo. Siendo generoso y descontando días de ausencia, ninguno ha trabajado ni 25 greguerías.
Algunos copiaban mal alguna palabra y la traducción era surrealista.
Casi todos (o debería decir todos) han utilizado el traductor de textos de google y las traducciones también solían ser estrambóticas.
En cuanto a las explicaciones, casi ninguno las entendía.
Verbigracia: " Les cascades lâchent leur cheveux et n'en font qu'à sa tête". (Algo así como "las cascadas se sueltan la melena y hacen de ella lo que les da la gana").
Los que intentaron la traducción han encontrado soluciones que son o para llorar o para reír. Sólo un alumno me dio la siguiente explicación: " en la peluquería te lavan el pelo y parece que es una catarata".
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Fotografías de Diego Morales. Museo nacional de escultura. Valladolid- España. |