Fotografía de Diego Morales |
Tenemos todo un año por delante. Cojamos el bolígrafo y escribamos la historia de nuestro futuro.
Escojamos las palabras más bonitas (vida, esperanza, risa, mar...).
Desechemos las deleznables (odio, intransigencia, envidia, malmeter, estándares...).
Reflexionemos antes de escribir.
Cuidemos la caligrafía.
Si nos equivocamos, no pasa nada, para eso está el corrector.
Las tildes, las comas, los puntos, los signos de interrogación y de admiración... existen y , pese a su brevedad, son más importantes de lo que creemos.
¡Que nadie nos dicte el futuro!