Miedo al amor.

Fotografía de Diego Morales. Dibujo de una niña de 12/13 años.

 ¿Cómo puede decir una criaturica de 12/13 años que le tiene miedo al amor?

A feo, feo y medio.

Fotografía de Diego Morales.

 

¡Qué razón tienen esos sabios que vaticinan que siempre hay alguien mejor o peor que nosotros! ¡A las pruebas me remito! ¡Aquí les presento a mi compadre, mucho más feo que un servidor, jejeje!

"Monsieur Origami" de Jean-Marc Ceci.

Fotografía de Diego Morales.

Mi trigesimotercera lectura ha sido "Monsieur Origami" de Jean-Marc Ceci. Éditions Folio.

Se trata de una "novela" para la que no encuentro calificativos porque es "simple" (pero no facilona ni infantiloide) a la vez que "sencilla" (pero no porque diga 2 +2 = 4). Va a lo esencial, a las palabras justas , a veces repetidas. Pero es, paradójicamente, complejo.

Un señor se larga de Japón a Italia en busca de una italiana a la que sólo ha visto una vez y de refilón y sólo lleva consigo tres brotes de kozo (un árbol) para plantar y preparar washi (el papel con el que se hacen los origamis). Se pasa 40 años meditando sobre los origamis y sus pliegues. Llega a su "morada" otro señor, Casparo, que, primero quiere hacer el reloj más complejo del mundo (que dé todos los tiempos) y al final decide construir un reloj que sólo marque el tiempo humano (los días y los años).

Al leerlo me he llevado una sorpresa. Cuando yo tenía 13/14 años leí una novela que me impactó y que ha estado flotando por mi mente desde entonces. ¡Pues se nombra a la protagonista de aquella novela basada en hechos reales : Sadako, una niña de 12 años que muere de leucemia (secuelas de la bomba atómica lanzada en Hiroshima) sin haber conseguido confeccionar las 1.000 grullas que, según la leyenda, podrían haberla salvado!

Después he estado indagando por la red y resulta que dicha novela "Sadako quiere vivir" es del escritor austríaco Karl  Bruckner y que en un parque de la citada ciudad nipona hay una estatua en su honor.

¡Ha sido muy pero que muy curioso, la verdad!

Gracias, Z.

 

"La dama del acantilado" de Ma Carmen Mtez Sandoval.

Fotografía de Diego Morales.

 Mi trigesimosegunda lectura es esta novela de Ma Carmen Mtez Sandoval, "La dama del acantilado".

Una prosa poética, misterios familiares, sentimientos desbordados e intrigas.

Empanadas argentinas.

Fotografía de Diego Morales.

 ¡Por fin he probado las empanadas argentinas! ¡Y están riquísimas!

Entrevista III a Cesáreo Cazalla.

 

Montaje de Diego Morales. "La expulsión de los mercaderes" El Greco.

Como no hay dos sin tres, don Cesáreo Cazalla recibió al reportero Dyhego Dydakos para terminar la accidentada entrevista de promoción.

Reportero Dyhego Dydakos: ¿Cuál es su nombre favorito?

Novelista y poeta Cesáreo Cazalla: Nuriel, porque todavía no he conocido a ninguno.

D.D.: ¿Qué hábito ajeno no soporta?

C.C.: Mis hábitos en otros son insufribles.

D.D.: ¿Qué es lo que más odia?

C.C.: Los tardones, por ejemplo.

D.D.: ¿Una figura histórica que le ponga de mal cuerpo?

C.C: Putin, por poner un ejemplo al alcance de la mano.

D.D.: ¿Un hecho de armas que admire Vd?

C.C.: Blas de Lezo.

D.D.: ¿Qué virtud desearía poseer?

C.C.: Cualquiera de las virtudes teologales me vale.

D.D.: ¿Cómo le gustaría morirse?

C.C.: Ni me gustaría envejecer ni me gustaría morirme, pero puesto a ello, que no me entere.

D.D.: ¿Cuál es el estado más común de su ánimo?

C.C.: Ya le repito, "vivo sin vivir en mí", un día tras otro.

D.D.: ¿Qué defectos le inspiran mayor indulgencia?

C.C.: Ninguno, la verdad. Como el Cristo del cuadro, me pasaría el día dando mandobles a diestro y siniestro.

D.D.: ¿Tiene usted una máxima?

C.C: La verdad es que siempre estoy bajo mínimos. Jajajaja.

D.D.: Jejejeje.

Entrevista II a Cesáreo Cazalla.

 

Montaje de Diego Morales. "El escriba sentado".

Cesáreo Cazalla cumplió su promesa y me volvió a recibir para continuar la entrevista de promoción.

Novelista y poeta Cesáreo Cazalla: Ésta es una de las posturas que más favorecen la inspiración. Siéntese usted a mi vera y lo comprobará.

Reportero Dyhego Dydakos: Prefiero acomodarme en una sillita normal y corriente, si no le importa. Continuemos. ¿Cuál es su color preferido?

C.C. : Sin duda alguna el azul.

D.D. : ¿La flor que más le gusta?

C.C. : Las fresias.

D.D.: ¿El pájaro que prefiere?

C.C.: Prefiero un pájaro a una pájara; una pajarita a "los pajaritos"  y los abejarucos a los zopilotes. Ja, ja, ja.

D.D. Je, je, je. ¿Sus autores favoritos en prosa?

C.C.: En primer lugar Cervantes y luego uno de esos escritores en lenguas minoritarias de países recónditos. ¡Nunca falla!

D.D.: ¿Sus poetas?

C.C.: A.A./ J.C. / D.C. / J.S.M. / J.P. / G.L. / G.F. / etc.

D.D.: ¿...?

C.C.: Los que están vivos se reconocerán, los muertos no. 

D.D.: ¿Un héroe de ficción?

C.C.: Salvo Montalbano.

D.D.: ¿Una heroína?

C.C.: La que se esnifa no, que no la necesito. Mafalda.

D.D. : ¿Su músico favorito?

C.C.: Joaquín Sabina.

D.D.: ¿Su pintor preferido?

C.C.: Dalí.

D.D.: ¿Su héroe de la vida real?

C.C.: Los médicos. Por cierto, se me ha quedado la espalda hecha polvo y ahora viene mi fisio. Lo siento, pero tenemos que dejar aquí la entrevista.

Entrevista I a Cesáreo Cazalla.

Fotomontaje de Diego Morales sobre "El hijo del hombre" de Magritte.

Reportero Dyhego Dydakos: ¿Accederá usted a contestar a estas preguntas?

Poeta y novelista Cesáreo Cazalla: ¡Si no queda otra! ¡Todo sea por que mi obra sea  "en todo el mar conocida del uno al otro confín".

D.D. : ¿Contestará usted diciendo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?

C.C. : Lo intentaremos, por lo menos. En las pelis de juicios norteamericanos funciona muy bien.

D.D. : ¿Quiénes?

C.C. : Mis otros yoes y yo mismo mismamente y  "en persona personalmente".

D.D.: ¿Cuál es el principal rasgo de su carácter?

C.C. : "Que vivo sin vivir en mí", así un día tras otro.

D.D.: ¿Qué cualidad aprecia más en un hombre?

C.C.: Que cuando me dé la mano no parezca que coge un pez ni que me deje las falanges hechas fosfatina.

D.D. : ¿Y en una mujer?

C.C.: Que no sea ni una camionera ni la princesa del guisante.

D.D.: ¿Qué espera de sus amigos?

C.C.: Que lean mis libros por propia voluntad y tengan piedad de mí.

D.D.: ¿Su principal defecto?

C.C.: Que nunca estoy de acuerdo conmigo mismo.

D.D.: ¿Su ocupación favorita?

C.C.: ¡Ya quisiera yo tener una ocupación favorita!

D.D.: ¿Su ideal de felicidad?

C.C.: Pasar un verano por debajo de los 30 grados centígrados.

D.D.: ¿Cuál sería su mayor desgracia?

C.C.: Perder la poca memoria que tengo.

D.D.: ¿Qué le gustaría ser?

C.C.: Más alto, más fuerte, más guapo, más inteligente, más delgado,...

D.D. :¿En qué país le gustaría vivir?

C.C. : Siempre me gustaría quedarme a vivir en el último país o ciudad que haya visitado.

Nota del reportero Dyhego Dydakos: don Cesáreo Cazalla ha dado por terminada esta entrevista porque le ha venido la inspiración y necesitaba retirarse a sus aposentos a escribir. Me ha prometido que mañana la continuaremos, Dios mediante.

¡Cosas de los artistas! Perdonen ustedes esta interrupción.

 

Agatha Christie.

Cortesía de DMA.

 ¡Ahora conocemos el secreto de la vitalidad e ingenio de esta escritora!

Modelo adelantado de fin de año.

Fotografía tomada del dominical de EL PAÍS.

 

Y este modelito, que me lo ha dejado la señora o el señor Alta Sartoria a precio de saldo (porque soy muy bien cliente, pagador y puntual), me lo reservaré para fin de año. Creo que me van a contratar para dar las campanadas junto a la señora Pedroche, (con el permiso de David/Dabiz).

Modelo zascandil.

Fotografía tomada del dominical de EL PAÍS.

 También he adquirido este modelito, cuyo precio no les diré para que no me tomen ustedes por un obsceno derrochador, que me vendrá que ni pintiparado para mis salidas por el monte. ¡Eso sí, me ataré bien las cordoneras no vaya a ser que tropiece y me deje los sesos en alguna trocha! Además, con ese colorido los cazadores me verán de lejos, no se equivocarán y no me meterán un tiro en el corazón como si fuese un urogallo o yo qué sé.

Tocado antiinsectos.

Fotografía tomada del dominical de EL PAÍS.

 También me he comprado este modelo que me resultará muy práctico para mis labores de jardinería. ¿No les ha pasado a ustedes que tienen las dos manos ocupadas llevando, por ejemplo, una carretilla y hay una mosca  que se te posa en los labios, en los ojos, en la nariz y resulta blasfemantemente follonera? ¡Pues con este tocado se acabaron las molestias de las moscas y demás insectos! ¡Además que iré guapísimo y elegantísimo!

Trajes ponibles.

Fotografía tomada del dominical de EL PAÍS.

Estoy renovando mi vestuario y éste es uno de mis trajes estelares, pero no sé si ponérmelo para ir al trabajo o dejarlo para los acontecimientos sociales.

 

Niños inquietantes.

Fotografía de Diego Morales.

 

Estos niños me recuerdan a los zagalicos de la película de Chicho Ibáñez Serrador "¿Quién puede matar a un niño?".

Muy inquietante, la verdad.