Fotografía de Diego Morales Arco romano de Medinaceli - Soria - España |
¿Cosas que un padre hace por sus hijos? Levantarse a las cuatro de la madrugada para llevar a uno de ellos a la ciudad, ya que tiene una excursión a los Madriles.
Visita al Prado, al Thyssen y a la feria ARCO.
Supongo que dos días y una noche dan para esto y mucho más, que los Madriles son los Madriles y los jóvenes jóvenes.
Me gustaría muy mucho visitar ARCO y contemplar ese derroche de arte, ingenio, maestría y genialidad. Neumáticos que cuelgan como si fuera un taller mecánico, cientos de bombillas de colores encendidas como si las acabaran de recoger después de las fiestas de Navidad, un montoncico de arena como si los albañiles estuvieran preparando la masa para levantar un tabique, cosas artísticas así, que te dejan pensativo y meditabundo.
¡Ay, el arte! Si dices que no te gustan quedas como un garrulo patético o un cateto provinciano (que no se sabe qué es peor). Tienes que asombrarte pero no mucho, que eso no queda fino y más estando en la capital de las Españas. Has de comentar que son obras deconstruidas, piezas futuribles transmisoras de la realidad cambiante que habitamos cibernéticamente, representaciones telúricas pasadas por el filtro onmipresente de las redes sociales, experiencias al borde de un ataque de sensibilidad neuronal y ludical.