martes, 13 de septiembre de 2016

Maldito fútbol

Fotografía de Diego Morales

El fútbol no me gusta ni mucho ni poco, es decir, absolutamente nada.
Y menos aún cuando te convences, una vez más, de que de todos los deportes, el más ruin, y con diferencia, es el balompié. Y no por las cantidades indecentes de dinero que mueve, por los contubernios y chanchullos que lo envuelven, que también, sino por ejemplos como el que voy a explicar a continuación.
Un niño, como cientos, al que le gusta darle al balón. Lo metemos en un club deportivo, donde permanece durante seis años o más, no recuerdo bien.
Eso supone sacrificios: llevarlo al entrenamiento y traerlo, llevarlo a los partidos, siempre en fin de semana. Así un año tras otro.
Victorias, derrotas, alegrías y sinsabores. Lo normal.
Entrenadores buenos, malos y regulares.
Y muchos desaires: convocarlo a un partido en el otro confín de la región para jugar cinco minutos o no jugar. Convocarlo para partidos amistosos de poca monta y no convocarlo en uno muy importante. Ir a entrenar un viernes por la noche sin saber que no sería convocado para el partido del día siguiente (el entrenador sí lo sabía, claro).
En fin, que el último año, le dieron la patada en el culo y lo echaron de ese club en el que había jugado tantas temporadas. ¿Motivos? Ni se los han dicho a él ni a mí.
Bajo rendimiento, le comentaron.
Sin saber (o sin querer saber) que este año ha sido duro para el niño por una serie de motivos que no vienen al caso. Ya no nos haces falta, no hay plazas suficientes y hay gente que tiene más "mérito" (a saber en qué consiste el dichoso mérito, si es cosa de padres pudientes o de si valía balompédica).
¿Estos son los "valores" que el "fútbol" aporta a los "chavales" y tal y tal y tal?
Y una grandísima eme.
Mi niño no me deja que hable con el responsable, pero ya haré yo para que el susodicho se entere de que ha perdido a una joya de niño y de que ha actuado de forma muy, pero que muy fea.
¡Espero que en el nuevo club le vaya mejor!
De todos modos, me reafirmo en la idea de que el fútbol es el peor de los deportes.
Para mí lo ideal es hacer un deporte solitario y sin competir con nadie sino con uno mismo. Donde hay competición, hay trampas y chanchullos.
¿Se nota que no soy nada deportista? Jajajaja.

12 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

¡Jo!
Me has puesto de mal humor de buena mañana.
Cuando un nano quiere hacer deporte en lugar de ir de fumetas o de birras, ya ves...
Espero que en el próximo club le vaya mejor y que no te calles y hables con el responsable.
Que de callarnos siguen impunemente haciendo y deshaciendo a sus anchas la mayoría y en cualquier caso, y como en éste destrozando juventud y futuras promesas.
A Grizou lo echaron de varios clubs porque no daba la talla, era chiquitín, y ya ves hoy le Petit Prince...

Bizz courageuses, murcianico.

Liliana dijo...



Entendible Dhyego, qué bueno que lo cambiaste, pero no dejes de hablar con el otro, sin que lo sepa el niño......y claro, hay que apoyarlo en lo que le guste, más si es algo sano....y no fuera sacrificio si a ti te gustara el deporte!!! pero bueno, perfectos no somos jejeje =))))

Saludos

jfbmurcia dijo...

Los expertos de la cosa suelen decir, para estos casos y para muchos otros: el fútbol es así. Y se quedan tan panchos...Saludos

Torcuato dijo...

Joer Dyhego, me da pena por el chaval. Juegan con sus ilusiones.

Me alegra volver por aquí y ver que tu sigues en forma, jaja.

Un abrazo amigo

Dyhego dijo...

Zarzamora:
¡y estamos hablando de las categorías inferiores! Son liguillas que se montan entre clubes bajo el manto de la federación murcia de fútbol, porque hay que federarse y todo eso. Los padres corremos con todos los gastos, desde la cuota mensual al club correspondiente hasta la equipación. En mi opinión, se trata de que TODOS los niños jueguen, ya que para eso estamos pagando. ¡Tampoco es que se estén jugando la Copa del Mundo! Y hijo no es de los peores, desde luego. No era de los que más goles metían, pero dió muchas asistencias y había un entrenador que tenía tanta confianza en él que en muchos partidos los puso a jugar de portero-jugador, que es una decisión muy arriesgada.
Y un día llegó compungidísimo y llorando como una Magdalena porque no lo convocó el entrenador para un partido contra uno de los equipos de más fama. Sabía que iban a perder, pero le hacía mucha ilusión jugar.
En fin, si por mí fuera, convertiría todos los estadios de fútbol en huertos urbanos, jajaja.
Salu2 indignés.

Dyhego dijo...

Liliana:
estoy pensando en llamarlo a escondidas y decirle lo que pienso al respecto: que se trata de jugar y de que aprendan a jugar limpio. Y que no se puede destrozar así las ilusiones de un chiquillo. Vamos, ni que fueran a jugar el Mundial.
Salu2.

Dyhego dijo...

Jfb:
nunca me ha gustado el fútbol. Es más, ni en mi familia sanguínea ni en la política hay futboleros. Mi benjamín es el único que me ha salido jugador.
El del fútbol es un mundo muy pero que muy viciado.
¡Y pensar que porque un nota te dé una patada a mala leche te pueda romper la rodilla y dejarte cojo para toda la vida! ¡Anda ya!
Salu2 desfutboliza2.

Dyhego dijo...

Torcuato:
sí, juegan con y rompen sus ilusiones.
Me alegra mucho verte, mucho, mucho.
Un saludazo.

Naranjito dijo...

Sabes que soy una mijilla futbolero, por eso me atrevo a decir un par de cosas. El futbol, a los niveles de los chavales, debe ser una escuela. Un entrenador a parte de enseñar a dar pases y meter goles (y pararlos) tiene que tener un poco de psicología. Educar en los valores del deporte es tan importante como ganar la copa que sea. Lo que pasa es que hay muchos energúmenos que se creen un muriño cualquiera y otros dirigentes de escuelas deportivas que parece que son Florentino. Dale ánimos al chaval y dile que se haga Bético, estamos acostumbrados a sufrir.
Un saludo desde Gol Sur.

Dyhego dijo...

Naranjito:
La verdad es que es deprimente ver los partidos: la de patadas que se dan cuando no mira el árbitro (eso me lo ha dicho mi propio hijo), forzar tarjetas amarillas para romper jugadas y trucos así.
¿Juego limpio?
Lo que se les inculca es que hay que ganar a cualquier precio, aunque haya que lesionar al oponente.
A esos niveles de competición, repito, que creo que lo importante es que jueguen todos y se lo pasen bien.
Los aficionados del Murcia también sufren mucho, pero que mucho, jajaja.
Salu2 balompédicos.

Paco Huertas dijo...

Como me suena lo que cuentas y que recuerdos me trae -con la lejanía del tiempo-, hasta buenos. Pero en caliente, ¡que mal lo pasan los chavales y viéndolos doblemente los padres!.
Si te apetece, quédate “agusto” con el entrenador. Y mucho ánimo para el “futbolero”
Un saludo
Paco H.

Dyhego dijo...

Paco:
¿otro padre de niños futboleros?
¡Anda y que no hay que hacer sacrificios, ellos y nosotros!
Se lo haré saber. Gracias.
Salu2 futbolenses.