martes, 5 de octubre de 2021

Ojo ciclópeo.



Fotografía de Diego Morales.

Este tocón me mira mal. Con su ojo ciclópeo no me pierde de vista y me la tiene jurada porque lo talé. Mira que no me gusta talar árboles, al contrario, me gusta plantarlos, pero es que este leucaena leucocephala (guaje, para los mexicanos) me llevaba al borde de la desesperación y del agotamiento físico.
Lo planté hace muchos años para que diera sombra y fijara el suelo, pero resulta que produce unas vainas con muchísimas simientes y todas (cuando digo todas, quiero decir todas) tienen la fea costumbre de brotar por doquier. A cientos. Crecen con mucha facilidad y es muy difícil arrancar de cuajo esos retoños.
Así que me he cansado y he talado los seis guajes que tenía. ¡Leña para la chimenea!
Eso sí, cuando consiga arrancar los tocones (ya llevo uno y me ha costado muchísimo trabajo) plantaré otros árboles menos molestos o algún frutal.
¡Así que, no me mires con ese ojo; porque no siento ningún remordimiento!

Nota: ¡No he retocado la foto ni he tallado ese ojo en la corteza!

6 comentarios:

VENTANA DE FOTO dijo...

Los frutales, son muy provechosos y con ellos tienes asegurada la fruta.

Besos

Paula Cruz Roggero dijo...

Bien, creo que seguirá creciendo y con él el ojo.
Besos al alma y que tengas un excelente día.

Noelplebeyo dijo...

que mirada !!!

saludos

Dyhego dijo...

Antonia:
sí, un frutal es mucho mejor, pero también dan más trabajo, y no tengo yo todo el tiempo del mundo para cuidarlos bien.
Salu2.

Dyhego dijo...

Paula:
ese árbol no quiero que crezca más. Se multiplica y lo invade todo.
Salu2.

Dyhego dijo...

Noelplebeyo:
es como la de la Medusa.
Salu2.