Fotografía de Diego Morales |
Parece ser que, por enésima vez, a alguien se le ocurre ponerle letra al himno español y era evidente que se iba a montar de nuevo todo un rifirrafe de pros y contras, aderezado con opiniones de todo tipo.
Mägo de Oz canta en una de sus canciones que "el único himno que me hace estremecer son dos birras y esperar a amanecer", lo que no deja de ser, también, un himno.
Lo curioso de este asunto es que hay himnos para todos. Todas las parejas de enamorados tienen su himno (aquella canción que sonaba cuando se conocieron o cuando se dieron el primer beso), todos los equipos de fútbol lo tienen, las Vírgenes de cada parroquia también. Los diversos grupos sociales también, el colectivo homosexual canta desde "¿a quién le importa lo que yo haga...?" hasta "I Will survive"; el movimiento murciano prosoterramiento del AVE canta "El muro", los que se ponen el mundo por montera entonan "non, rien de rien, non, je ne regrette rien"; los comunistas cantan "La internacional" e incluso los que reniegan de los símbolos tararean "la música militar nunca me supo levantar / la musique qui marche au pas, cela no me regarde pas".
¿En qué quedamos? ¿Himnos sí o himnos no?
Marta Rovira, señora de lágrima fácil, se encana, sin poderlo evitar, en cuanto suenan los primeros acordes de "Los segadores"; Donald Trump parece que entra en éxtasis cuando oye "Barras y estrellas". Es de suponer que Kim Jong-um también llore en coreano cuando suene el himno de su país.
Sin embargo, todo es sonar el himno español, y hala, pitidos e insultos, desde casposo hasta fascista.
Tampoco hay que darle más importancia que la que tiene: un símbolo. Eso sí, un poquito de respeto ¿no?
Y me parece muy bien que no tenga letra. Mejor así. Nos evitamos más broncas innecesarias.
8 comentarios:
Hola Dyhego, creo que esto del himno será como otras veces pasajero y que seguiremos teniéndolo sin letra, aunque hay muy pocos países que no la tengan, pero para una mala letra ya estamos bien así.
Un abrazo de Espíritu sin Nombre.
El único himno válido es el del Mundial de futbol Italia 1990.
Todos los demás son meras excusas.
Saludos,
J.
Muy ocurrente el Sr. José A. García. Iba a decir que "JiJiJi" o "Cambalache", pero coincido
Abrazo!
Conchi:
mejor que siga así, sin letra.
Me resulta curioso que se compongan himnos por doquier, y el español, en concreto, sea tan polémico.
Salu2 musicales.
José:
hay himnos futbolísticos muy pegadizos, aunque los balones me dan igual.
Salu2 mundiales.
Frodo:
los himnos, en pequeñas dosis y con respeto al de los demás.
Salu2 respetuosos.
Cuántas guerras y muertes inútiles por un pedazo de trapo, letra, religión, lengua, tierra...
Y sí, mejor sin letra.
Ni lo pitaría ni me pondría en pie.
Bizz sans frontières, murcianico.
Zarzamora:
creo que los símbolos, los ritos, las costumbres tienen su razón de ser y su utilidad. Sirven para cohesionar grupos sociales, pequeños (una pareja) o grandes (un país), pero, claro, depende de cómo se usen. También creo que son los fanáticos los que utilizan el rito y el símbolo para hacerse con el poder. Y eso sí es pelígrosísimo. La masa también es muy pero que muy peligrosa. Al amparo de un símbolo, las pasiones se desatan.
Por eso digo que no hay darle más importancia. Un símbolo. Y respeto, sobre todo.
Ni en mi casa ni en mi balcón ha lucido nunca una bandera. Del balcón colgamos un papá Noël y unos reyes magos. Y eso es todo.
Salu2 musicaux.
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