Fotografía de Diego Morales |
Siempre me he imaginado el cerebro como esos cajones que todos tenemos en nuestras casas donde van a parar todos los enredos.
Tanto da limpiarlo como ordenarlo, al cabo de unos pocos días vuelve a ser un batiburrillo.
Tanto da meditar como razonar, al final todos los pensamientos vuelven a mezclarse.
14 comentarios:
El arca de Noé, le llamo yo.
O el baúl de los recuerdos.
Pues anda que mi bolso.....
Me veo negra para encontrar la llave.
Y lo más irónico es que lo guardas por si acaso te hace falta y o bien: se te olvida que lo tienes o si lo buscas no lo encuentras.Yo que tengo casa,tengo todo un trastero de cosillas esperando su turno.
Un abrazo trasteando!!
Sí, un cajón de sastre o desastre, jejejejeje
Cómo me gustan esos cajones.
A veces se guarda en ellos algo especial aunque tardes años en volverlo a localizar/re-encontrar....
Lo mismo pasa en nuestra cabeza ¿?
Cuando se acomoda el cajón empieza la cordura. Mala señal.
Saludos
Hay que poner orden...
Tirar, y dejar ese cajón vacío.
Guardar estrictamente lo imprescindible y en cualquier otro cajón, donde lo que creíamos inservible sigue siendo útil.
Mes bizz volent déjà par la Poste!!
Un prêté pour un rendu!
Mille mercis, je suis encore Touchée...!!
et peu movible.
;)
Tecla:
Siempre hay una habitación, un cajón, una cartera donde van a parar todos los enredos. ¿Y cuando hay que sacarlo todo para encontrar algo?
Amoristad:
tienes toda la razón. Se guardan las cosas por si se necesitan... y cuando las necesitas no das con ellas.
:(
Tracy:
cajón de los horrores...
Dreiya:
¿y cuando te preguntas para qué guardaste tal cosa?
Bienquerida:
cuando está todo ordenado, es cuestión de esperar un par de días, y vuelve el desorden.
:)
Zarzamora:
sí, a veces hay que ponerse drástico y empezar a tirar cosas. Si algo no se ha necesitado en el último año, ¿lo vamos a necesitar ahora?
Dicen que es lo que hay que hacer...
Salu2 touchants.
;)
Eso digo yo, Dyhego. El otro día se me derramó el bolso en plena puerta de mi casa porque no encontraba la llave. Y el vecino mirando.
Pasé una vergüenza.
Tecla:
¡la de cosas que llevarías! Todo un acicate para un curioso, jajaja.
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