sábado, 26 de enero de 2013

Hojarasca

Fotografía de Diego Morales

“Les feuilles mortes se ramassent à la pelle”, cantaba  Yves Montand, pero a veces se necesita no una pala sino una excavadora de cubeta ancha para  recoger tanta hoja muerta (léase: prejuicios, manías, tonterías, conversaciones vanas, palabras huecas, palabras que no dijimos, ideas absurdas, pensamientos estúpidos, reflexiones hirientes…). Si nuestra cabeza fuera un ordenador sería tan fácil pulsar la tecla “eliminar”…

8 comentarios:

Juan Carlos Téllez Gracia dijo...

Dyhego:

Por eso más importante que el buen recuerdo, a veces, es mejor el buen olvido.

Salud.

Dyhego dijo...

clochard:
Ambos son esquivos: se difuminan los buenos recuerdos y no se desvanecen los malos.
Salu2 recorda2.

LA ZARZAMORA dijo...

Habría que robotizarse sentimental y emocionalmente.
Y sí, darle al eliminar y todo a la papelera y a resetearse de nuevo tras cada golpe.

Probaremos...

Bizz, Diego.

Dyhego dijo...

Zarzamora:
Esa una lástima que no podamos hacerlo con tanta facilidad. Ahora mismo necesitaría yo un buen reseteo.
Salu2.

Madison dijo...

Resetarnos, eso estaría bien a veces
Un abrazo Dyhego

Dyhego dijo...

Mádison:
Un reseteo, una puesta a punto, una poda, un dragado, lo que sea, jajaja.
Salu2.

Jota Martínez Galiana dijo...

Y si no eliminar, al menos sí que podríamos usar un poquito de Ctrl + Z. Yo, con eso, me conformo.

Dyhego dijo...

Jota:
Yo también me conformaría con ese cóntrol...
Salu2.