viernes, 25 de enero de 2013

De caducidades y obsolescencia


6 comentarios:

Naranjito dijo...

12-12-2089. ¿Ese no eh er día que disen loh Amayas enque se terminará tó?
Seguro que nuestros politicuchos consiguen una moratoria.
Un abrazo sin fecha.

Dyhego dijo...

Naranjito:
Caducar, no tengo yo muy claro que caduquen, pero sí sé que se estropean, se corrompen y se echan a perder...
Salu2 en su fecha.

Juan Carlos Téllez Gracia dijo...

Dyhego:

A lo único que le aumentan la fecha de caducidad es a su permanencia en los cargos. Y pensándolo bien, es casi absurdo el término caducidad en una profesión a la que se accede ya con nociones básicas muy bien adquiridas de corrupciones varias propiciadas por los ejemplares antecedentes que no dejan de brotar.

Salud.

Dyhego dijo...

Clochard:
Lo malo de la corrupción es que no hay castigo. Por desgracia, la hubo, la hay y la habrá, pero si por lo menos se castigara al culpable...
1º Devolución íntegra de lo robado.
2º Pena de cárcel.
3º Inhabilitación perpetua.
Se me ocurre un cuarto paso pero mejor me lo callo...
Salu2 campaneros.

LA ZARZAMORA dijo...

Lo peor de los lácteos es que con esto de la pasteurización no acaban de pudrirse por dentro...

Y ahí siguen pese a todo entronizando los frigoríficos.

Bizz, Diego.

Dyhego dijo...

Zarzamora:
¡A más de un político le servía yo unos buenos yogures caduca2...!
Salu2 sin caducidad.