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martes, 4 de febrero de 2025

Un cuarto de caballo.

Fotografía de Diego Morales.

 - Lo que yo quería era esculpir el caballo entero, pero me vine arriba y me quedó un pedazo de cabeza tal que así; después vino mi mecenas y me dijo que si para la testa caballil había empleado no sé cuántos litros de bronce fundido, que hiciera una regla de tres y calculara cuántos se necesitarían hasta llegar a la cola o a las pezuñas y que no, que se le acababa el presupuesto debido a no sé qué reveses bursátiles y que el caballo se iba a quedar así, que si alguien quería el equino entero, que lo pagara o que se lo imaginara entero, con sus ancas y sus crines y todo y que menos mal que no me había encargado una ballena, que tenía que haberme propuesto una paloma y bla bla bla...

8 comentarios:

Fackel dijo...

Divertido texto el tuyo. Se ve que todo fue cosa de presupuesto y eres irónico. Me gusta esa escultura, ¿dónde se halla ubicada?

Fackel dijo...

¿Acaso es un horse of London?

Francesc Cornadó dijo...

El presupuesto marca las limitaciones. Luego viene la imaginación y lo desborda.
Un texto magnífico, amigo Dyhego, te felicito.
Salud

Dyhego dijo...

Fáckel:
gracias. Me alegra saber que has sonreído al leer las explicaciones apócrifas del escultor...
Está en Londres pero no me daba tiempo a cruzar la avenida con todos esos coches que circulan al revés del sentido común y echarle la foto a la cartela...
Salu2.

Dyhego dijo...

Fáckel:
he buscado por internet. Te paso el enlace:
https://en.wikipedia.org/wiki/Still_Water_(sculpture)
Salu2.

Dyhego dijo...

Gracias, Francesc:
a veces las limitaciones azuzan la imaginación.
Te habrá sucedido en más de una ocasión, que el cliente empieza a pedirte que reduzca las dimensiones de la piscina, que suprima ese voladizo, que quiete ese...
Salu2.

Fackel dijo...

¿Y si devuelven a Atenas los british los caballos y jinetes de los frisos del Partenón que se llevó Lord Elgin?

Dyhego dijo...

¡No sería mala idea!
Visitando el Museo Británico (o cualquier otro) siempre sale esa discusión. ¿Qué pasaría si todas las obras de arte se devolvieran a sus sitios originales? ¿Se podría garantizar su seguridad en todos los casos? ¿Cómo explicar que esta obra sí se devuelta y esta otra no? En el caso de los frisios del Partenón parece (o es justo) que se devuelva. Pero ¿qué pasaría si se devolvieran las piezas sumerias a Iraq, Irán, etc? ¿Y por qué no la dama de Elche, o la de Baza? En los años 50 cayó un meteorito en Murcia, y está en Madrid, ¿por qué no traerlo a Molina de Segura?
Debate apasionado y apasionante, sin duda.

Lo que está claro es que el Británico se quedaría vacío...
Salu2.,