Fotografía de Diego Morales |
Siempre es un acierto abrir una página escrita por Camilleri porque sé que nunca me va a decepcionar.
Una sátira contra los totalitarismos, sus fanfarrias, su lenguaje grandilocuente, su gregarismo, su fanatismo y su papanatismo en definitiva.
El lenguaje, irónico, mordaz, efectivo y divertido.
El estilo me ha llamado la atención porque nunca lo había visto. El escritor utiliza telegramas, recortes de periódicos, cartas ministeriales, conversaciones telefónicas y retazos de diálogos y todo ello le basta para contarnos la divertida historia del sobrino de un emperador.
Camilleri se ríe hasta de sí mismo como italiano.
4 comentarios:
Y hay días que no tienes tiempo para nada, como a mí me ocurre.
Besos
Antonia:
lo mismo me pasa. Hay semanas donde no abro un libro y otros días donde me cunde mucho.
Salu2.
Le echaré un vistazo. Necesito arrancarme algunas risas ;)
Bizz souriantes, murcianico.
Zarzamora:
para mí fue todo un descubrimiento, igual que Mendoza.
Me lo regalaron, pero vi el precio. La verdad verdadera es que me pareció un poco caro, pero bueno, me divertí leyéndolo y me gustó.
Salu2 sicilianos.
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