sábado, 8 de julio de 2017

Buenismos lingüísticos

Poema dadaísta de unos alumnos

Hace unos días leí un artículo, firmado por Elena Álvarez Mellado, en el que la autora propone utilizar la terminación -e como remedio definitivo para acabar con el "sexismo" en el lenguaje (en el español, concretamente).
Si en vez de "nosotros/nosotras", decimos "nosotres", habremos eliminado de un plumazo la discriminación ancestral que han sufrido las mujeres y habremos conseguido, con otro plumazo, la tan deseada igualdad entre mujeres y hombres.
La idea ni se le ha ocurrido a la señora Álvarez ni es nueva. Recuerdo que, en la facultad, ya un profesor nos contó que un lingüista (de cuyo nombre no me acuerdo ya) había ideado esta solución.

El artículo está escrito con mucha seriedad pero no sé si rezuma buenismo ingenuo o estupidez galopante. Me inclino por lo segundo, por muy licenciada, graduada o doctora que sea la señora Álvarez.

El primer chiste que se me ocurre es que el español se convertiría en una copia patética de un catalán macarrónico (y que no se me enfaden los catalohablantes, por supuesto).

Pero para que vea la señora Álvarez (que nunca leerá esta entrada) que me tomo en serio su propuesta, le responderé lo siguiente:

Uno: los hablantes son los que dirigen el futuro de una lengua, pero no las clases intelectuales sino la clase media/baja. O sea, el pueblo llano (sin ofender, por supuesto). Si en el idioma mandaran las clases ilustradas aún hablaríamos el latín de Cicerón...

Dos: aunque los hablantes sean los dueños del idioma y aunque parezca contradictorio, éstos no pueden alterar así como así la morfología. 

Yo creo que estas dos razones son suficientemente contundentes para refutar las fantasías lingüísticas de la señora Álvarez ¿no?

Para acabar, un ejemplo: en Murcia (no sé si en otras zonas lingüísticas se produce el mismo fenómeno), en el hablar popular distinguimos el presente de indicativo del pretérito perfecto simple, en los verbos de la primera conjugación (-ar), en la primera persona del plural (nosotros).

Verbigracia: 
                    "Hoy, llegamos cansadísimos". 
                    "Ayer, lleguemos cansadísimos.

Es una peculiaridad murciana dificilísima de corregir y todos nuestros profesores nos han machacado todos los años para conseguir que digamos "ayer, llegamos cansadísimos".

Muchos lo conseguimos (que conste que, de niño, también me lo corregían mis padres y maestros). Otros, persisten, a veces no por obstinación sino porque lo tienen "lingüísticamente" asimilado.

Así que la señora Álvarez cree que con dos o tres clases por la tele la gente va a empezar a expresarse tal que así: "nosotres, les usuaries del español estamos dispuestes a seguir estas bienintencionadas propuestas".

Qvovsqve tandem abvtere, Catilina, patientia nostra?


8 comentarios:

jfbmurcia dijo...

Estudiar el lenguaje es algo maravilloso. Bonita e interesante entrada. Saludos.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Interesante intento, uno mas de los muchos que se dan.
Un abrazo.

Dyhego dijo...

Jfb:
sí, todas estas cuestiones resultan interesantes y curiosas.
Lo bueno es que la gente habla como le da la gana y las tonterías, como el polvo, acaban podándose.
Salu2.

Dyhego dijo...

Jmir:
lo considero un desvarío bastante tonto, la verdad.
Salu2.

LA ZARZAMORA dijo...

Pues cógete a les veganes...
Otros que tal.
Mamma mia que sinrazón todo.


Bizz bien parlées, murcianico.

Tracy dijo...

Ufffffffffffffffff, qué hartazón

Dyhego dijo...

Zarzamora:
¡qué ganas de liarlo todo!
Salu2 naturels.

Dyhego dijo...

Tracy:
¡y que lo digas!
Salu2.