martes, 20 de julio de 2021

Adán Buenosayres, de Leopoldo Marechal.

Fotografía de Diego Morales.


Y aquí reseño mi 10ª lectura de este año. Me ha llevado unos meses (no porque no me gustase sino por falta de tiempo y también porque es muy larga y muy densa, todo hay que decirlo).
Debo agradecer a Frodo no sólo el conocimiento de la misma sino sus explicaciones a muchas palabras del lunfardo. ¡Muchas gracias!
Es una novela inclasificable porque lo mismo te habla de poética, que de filosofía, que de la individualidad argentina y criolla, que de lo humano, que de lo divino, que de lo particular y que de lo general.
Tiene influencias del Ulises de Joyce (pero el Adán Buenosayres sí se puede entender -quitando los vocablos lunfardos para lo que no somos argentinos, claro está-), hace una parodia cómica de La divina comedia, de Dante (Marechal lo explicita en la novela) y yo he visto una ligera alusión a "Los cuatro jinetes del apocalipsis" de Vicente Blasco Ibáñez, pero, como no soy estudioso de Marechal, lo dejo como un apunte mío.
Adán Buenosayres, en compañía de varios amigos, deambula por algunos barrios bonaerenses y llega hasta la pampeña Maipú y nos cuenta el alma argentina y un retrato de las pasiones humanas tanto argentinas como universales. Ahí tiene una virtud, lo que cuenta le sirve tanto a un argentino como a un no argentino.
El lenguaje es amplio, vasto, grandioso y rico como la Pampa. Transvasa la mitología grecolatina al mundo argentino con eficacia, comicidad, profundidad y seriedad, a la vez, que no es poco.
También es curioso cómo habla de lo más grosero y vulgar hasta lo más etéreo y delicado con naturalidad y maestría, sin que chirríe el texto.
Si he de poner un pero, es que la novela se alarga en algunos momentos y se echan en falta más episodios en otras partes.

"Adán Buenosayres" Leopoldo Marechal.

2 comentarios:

Frodo dijo...

Hola Diego, como hemos hablado por mail, ya no se si agradecerte o pedirte disculpas. Tiene todo eso que mencionas, y para los argentinos algunos detalles más de nuestra idiosincrasia, de nuestro pasado.
Resulta densa en su extensión (tal vez en parte de su contenido) pero no pasa desapercibida.

Tu crítica está muy en la línea de la que hizo Cortázar en 1948, una de las pocas a favor en esa época en que la novela vio la luz. En algunas ediciones esa crítica es el prólogo, sino te recomiendo que la busques, son un par de páginas.

Abrazos, querido amigo.
Salu2
Salud

Dyhego dijo...

Hola,Frodo.
¡Pero si Adán Buenosayres me ha gustado mucho! ¡No sé por qué habrías de pedir disculpas! :)
Es literatura pura, con sus juegos de palabras, su estilo, su densidad, su recreación de un mundo, su mitificación...
Es de esas novelas que son muy localistas pero universales, lo que es un mérito.
No he podido encontrar por internet el prólogo de Cortázar, pero seguiré insistiendo.
Ya te cuento más por mail.
Salud y gracias, amigo Frodo.