martes, 17 de marzo de 2015

Bocas cerradas

Fotografía de Diego Morales

En boca cerrada no entran moscas.


8 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Ni murciélagos, ni pájaros, ni urracas, ni hienas.... ni nada.
Pero la bilis que se traga uno, no es buena tampoco.
Lo que está dando esa silla de sí, eh?

Bizz silencieuses, shhisssttt, murcianico.

Tracy dijo...

A mí me toca abrirla el domingo y ¡vive Dios que la voy a abrir!

HOSTAL MI LOLI dijo...

Te estás haciendo un especialista en caras con objetos variados jajaja. Salu2, Dyhego.

Dyhego dijo...

Zarzamora:
Lo malo de tener la boca cerrada es que no sale la bilis acumulada. Lo bueno es que no entra nada que uno no quiera.
Lo mejor es abrirla un poco para soltar lastre y cantarle la cuarenta al lucero del alba.
Aunque pretendía advertir sobre los peligros de hablar más de la cuenta.
La silla resiste, resiste, jajaja.
Salu2 silla2.

Salu2

Dyhego dijo...

Tracy:
Espero que de tu boca salgan, como le pasaba a la chica buena del cuento, rosas y perlas.
Salu2 perleros.

Dyhego dijo...

Loli:
¡Ahora me ha dado por ahí! Voy probando probando. Soy aprendiz de todo y maestro de nada, jajaja.
Salu2 aprendi2.

Liliana G. dijo...

Más de uno debería hacerle caso al tópico, pero yo me reservaría para abrirla cuando me enojo y emito culebras y maldiciones a troche y moche. (Qué antigüedad ¿todavía se sigue usando esta expresión?)

Besos, Dyhego. Un placer volver.

Dyhego dijo...

Liliana:
A veces hablamos más de la cuenta...
Se sigue utilizando esa expresión, troche y moche, aunque los más jóvenes no sé yo...
Cariños australes.