Fotografía de Diego Morales |
Alumna de 14 años de primero de la ESO que “estudia” en un
instituto público. Entra a clase 10 minutos tarde. De la cartera saca su
material escolar (lápiz de ojos, barra de labios, polvos y brocha) también ha
sacado el libro de texto y el cuaderno de ejercicios, que ha conseguido en el
banco de libros usados. Ha decidido maquillarse en clase y el profesor no ha
conseguido persuadirla de que el aula no es un salón de belleza. Ha
intercambiado carmín con otra “estudiante”. También ha intercambiado
razonamientos con otros “estudiantes”: me importa un pijo/capullo, no me sale
del coño, tócate la polla, hijo de puta, me cago en tu puta madre/Dios/la Virgen , hostias, no me
mires las tetas, hijoputa, me la suda…
Tampoco el profesor consigue hacerle ver que
se está en un aula, no en un plató de televisión.
El profesor se da cuenta de que el cuaderno
de ejercicios heredado tiene los ejercicios hechos, por lo que les hace ver que
no vale: que compren otro o que lo fotocopien. Los alumnos, casi todos están en
posesión de cuadernos con los ejercicios
hechos, alegan que los van a borrar, que no pueden comprarse otros, que hacen
los ejercicios sin mirar los que están hechos (no se sabe cómo se pueda hacer
tal cosa).
El profesor, que intenta ir por delante de
las inclemencias educativas, tiene preparado un plan B: copiarán un texto
durante el resto de la clase, de esa forma aprenderán vocabulario, sintaxis y
morfología además de mejorar la caligrafía, puesto que, junto al texto, se les
proporciona una hoja milimetrada. Ningún alumno está dispuesto a hacer ese
ejercicio pero los van haciendo poco a
poco: uno dos líneas, otro cuatro, otro quince, una alumna nada, la “estudiante”
maquillada consigue copiar dos líneas con pésima caligrafía debido a su enfado.
El profesor, finalmente, ha logrado impartir
clase y exponer una lección quasi magistral: entrad ya a clase, sentaos,
callaos, vamos a hacer el ejer…, callaos, bajad la voz, siéntate, callaos, no
te levantes por favor, cállate ya, no grites, ese vocabulario no es el
adecuado, cállate, no hagas ruido, siéntate ya, no interrumpas, te puedes
callar ya…
Lo más grave es que esta niña no es
consciente de la educación de calidad que está recibiendo: no habría entrado ni
a un colegio privado ni a un concertado por falta de medios económicos. En el
primero la habrían excomulgado y expulsado. En el segundo, expulsado. En el
tercero, la pública, es amonestada,
expulsada unos días y vuelta al aula a aprender.
Y digo bien: enseñanza de calidad. Hay
orientadores que hablan con ella, profesores que llaman a sus padres,
profesores con paciencia, profesores que intentan que aprenda algo, aunque sean modales (de los buenos)…
¿Y Jalogüín da miedo?
18 comentarios:
Admirado Dyhego: esta entrada la has bordado. La ironía más fina empleada de la manera más certera.
Sólo me atevo a matizar que la Lolita coprolálica de tu ejemplo es un especimen que se da en todas las clases sociales. Y que en los centros privados se las envainan por eso de que pagan ... Tristemente ejemplares así(Lolitas y Lolitos, conste) abundan en Hispania y la culpa no es precisamente de las criaturas (menos aún de los docentes).
Quousque tandem abutere patientia nostra?
PD: Dan más miedo las moscas que la calabaza ;)
Mi admirado Dyhego:
Coincido con el comentario anterior, de que ha estado sembrado ¡ha merecido la pena estos días de sequía a la que nos ha sometido!.
Hace tiempo que perdí de vista todo lo relacionado con la educación, aunque en casa por razones familiares es un tema recurrente. Siempre he pensado que la primera clase que pisa un niño es su casa, sin entrar ahora en el tema de los valores y creencias, sino llana y simplemente la más básica educación; y la mayoría de las veces los padres no somos conscientes de nuestra influencia en la educación de nuestros hijos.
Admiro a los auténticos docentes, al “maestro”, cuando a veces consigue a pesar de los “elementos” sacar algo bueno de esos diamantes en bruto que se ponen en sus manos.
Mi reconocimiento a los buenos maestros.
Un saludo
Paco H.
Granada
Difícil tarea hoy en día la de profesor pero,más penilla me da la de esa chica que está claramente perdida sin encontrar un rumbo claro en esta sociedad que cada vez a perdido más sus valores.A saber,que historia tiene en su casa.Yo creo en mi humilde opinión que:lo que necesitan es que alguien que les escuche de verdad...Un abrazo paciente!!
Una forma especial de abalar la escuela pública.
Siempre la defenderé, al fin y al cabo invertimos en lo público cada uno de nosotros, con nuestros impuestos.
Un Blog, con perspectiva....
A la del maquillaje siempre le quedará el gran hermano o el sálvame o alguno de esos, e incluso es posible que "triunfe"... Es posible que los buenos alumnos con 30 años sigan en sus casas sin un trabajo gracias al cual independizarse o que se vayan a otro país...
Dan ganas de llorar...
¡Socorro!
Anónimo:
Me sonrojo ante tus apreciaciones.
Alumnos así son complicados pues están tan pasados de rosca que ya no se interesan por nada y les da igual ocho que ochenta. Como acabo de leerme un interesante ensayo llamado "Mal de escuela" de Daniel Pennac, estoy más susceptible y positivo ante casos así y quiero verlos desde otra perspectiva. En fin.
Muchísimas gracias.
Salu2 catilinarios y cicerónicos.
Anónimo:
¡Buen observador!
También me fijé en la mosca... cuando vi las fotos posteriormente.
Salu2 sin mie2.
Paco:
También te agradezco tu opinión sobre mi persona y me ruborizo.
Intento hacer mi trabajo lo mejor que puedo. Si consigo enseñar algo y que sean mejores personas, me alegraré.
Salu2 grana2.
Amoristad:
Es una chica muy difícil, la verdad. Y buscar las causas, cualquiera sabe.
En fin, paciencia y paciencia.
Salu2 pacientes.
Gracias, Marinela.
La escuela pública debería ser otra joya como lo es (o lo fue, o lo sigue siendo) la sanidad. Lástima que uno quieran cargársela y otros no la valoren.
Salu2 y gracias.
No somos capaces de reconducir la situación? De verdad no se puede hacer algo? Es así de triste como la presentas? Lo siento por ustedes, no tienen una tarea facil, no señor. Y mucho menos si los padres no ayudan, como se deduce de la entrada. Enfin voy a llegar a viejo y no me gustaría estar en manos de gente como esta. un saludo
Tristes proyecciones de futuro, Merce.
Espero que no se cumplan, o que se cumplan al revés...
Salu2 derechos.
Lourdes:
Esperemos que el socorro llegue más pronto que tarde.
Salu2.
Menalcas:
Hay de todo, la verdad. Un caso difícil ensombrece cien casos normales, pero con alumnos así, la verdad es que no sabe uno cómo actuar.
Nos estamos tanteando. A mí no me ha hablado mal pero cuando empieza a despotricar contra sus compañeros, da sonrojo escucharla...
Salu2.
Tuve una igual.
Y no sé lo qué me pasó por la cabeza.
Pero un día llegué al aula y me puse en vez de darles clase, a sacar mi espejo, el pintalabios, la colonia, la sombra de ojos, el colorete y empecé a maquillarme delante de todos, escribiendo en la pizarra el nombre de todos los objetos y las partes de mi cara en castellano.
Entonces trabajaba en la banlieue en clases muy difíciles, en el 93, en St Denis.
Me pasé la hora así, ante la mirada absorta y silenciosa de la clase entera.
Y al final les dije.
¿Qué seguís prefiriendo una clase de estética o algo de castellano?
Porque a mí me van a pagar igual, y os confieso que pintarme y relajarme es mucho más divertido.
No lo hizo más.
Otra vez, con uno que llegaba sistemáticamente tarde (éste acabó en la cárcel) y la razón que alegaba era que había ido a hacer caca... ante la risotada general, se me ocurrió llevarle un pañal a él y unos chupetes para el resto, que llevaron puestos todo el año.
Me dijo: Vous êtes trop forte.
Desde entonces, hasta me protegía y me acompañaba al autobús y se sacó la media.
Siempre he creído que la ironía y el buen humor con este tipo de alumnos es lo único que funciona.
Ánimo, murcianico!
Bizz.
Madreselva:
T'es géniale, toi. Et forte!
Me has dado unas ideas que, si puedo pondré en práctica.
Es cierto que el humor y la ironía pueden ayudar mucho... si algunos fueran capaces de entenderlos...
Salu2 agradeci2.
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