jueves, 24 de febrero de 2011

Scriptorvm


12 comentarios:

Torcuato dijo...

No sé, nunca he escrito diario (Qué curioso, está semana ya he escrito esto dos veces) pero siempre he creído que era una terapia muy válida. De búsqueda en el interior para transcribirlo en papel. Tampoco sé si lo escrito se vuelve a leer.
Un abrazo, Dyhego.

bicefalepena dijo...

Prueba a poner publicidad en tu diarío, es posible que así te termine ayudando algo más.

Un abrazo promocionado

Dyhego dijo...

TORCUATO:
Yo escribía uno cuando era un chavalín. Siempre escribía lo mismo: un rollazo.
Salu2.

Dyhego dijo...

BICEFA:
¡Cualquier ayuda... económica es bienvenida!
Salu2.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

No es mala idea escribir un diario, si es lo que quieres y tienes constancia, ayuda a repasar los acontecimientos diarios y darse cuenta en que ha metido uno la pata, también lo que has hecho bien.
Un abrazo.

Dyhego dijo...

OVIEDO:
A veces escribo y enseguida lo borro.
Salu2.

tecla dijo...

ES lo que pasa con los diarios, que además, luego, no sabes donde los has puesto, te lo leen los demás ¿Y qué?
Lo mejor es lo que queda escrito en la memoria.

Olga Bernad dijo...

No queme usted los libros, que resulta muy inquisidor. Yo guardo un diario de niñez y adolescencia. Es curioso ver ahora que el 23 f del 81 a mí no me importaba nada de lo que estaba pasando. Bendita inocencia.
Son testigos más fieles que la memoria, que siempre puede moldearse suavemente. O testigos distintos.
Pero mi hermano me lo leyó y le odié mil años... Dejar testigos es arriesgado;-)
Un beso, mesié.

Dyhego dijo...

TECLA:
Guardo el diario que anduve escribiendo pero no lo he leído desde hace años. Como bien dices, el mejor diario es el que guarda uno en la memoria.
Salu2.

Dyhego dijo...

OLGA:
¿Ves como lo reconoces al final? Es mejor no dejar rastros...
Inquisidor sería si quemara los escritos de los demás..., pero como son los míos, no hay condena, jejeje...
Salu2.

L.N.J dijo...

Diego, inventa cualquier cosa. Ese día no tienes porqué poner lo que haces o lo que piensas, no tienes porqué estar siempre dando explicaciones a un papel de tu vida Es más, con lo que has puesto, es precioso y no cambiaría nada.

Te puedes inventar una historia de dragones como hacen los niños o dibujar un punto y creerte que es el mundo...
Hagas lo que hagas está bien, menos agobiarte por ello. Con que no quemes tu vida, tienes bastante.

Un beso.

L.N.J. dijo...

Por cierto, esos picos doblados del cuaderno están muy bien...