martes, 22 de enero de 2019

Murakami, libreros e internet

Fotografía de Diego Morales
¡Ya tengo lo último de lo último de lo último en español de mi Murakami!
Últimamente están saliendo por la prensa los problemas a los que se enfrentan los libreros ante la competencia, sobre todo, de ese gigante que tiene nombre de río suramericano. He comparado precios y en la tienda virtual del citado coloso cuesta casi 18 euros en tapa blanda y 20€ en tapa dura. En una librería tradicional me costó casi 23€. Es decir, casi 5€ de diferencia, ya que me da igual que la tapa sea dura, blanda, maleable, ondulada, rizada o rígida. Esos 5€  me  llegarían para pagar el café mañanero durante cuatro días (1,10€). ¿He hecho el camelo o he favorecido el comercio local?
He de reconocer que he comprado al dichoso gigante en alguna ocasión y no descarto hacerlo si es necesario.
La siguiente pregunta que (me) hago es por qué utilizamos la compra electrónica. A veces no encuentro el libro que busco en la librería, en otras ocasiones me cuesta dos bajadas a la ciudad (no tenemos ese libro pero se lo podemos encargar y en un par de días lo avisamos por teléfono). Cuando me avisan, o no puedo desplazarme o tengo que pedirle el favor a un compañero para que lo recoja en mi lugar o tengo que ir bastantes días después a comprarlo. Un fastidio.
Por otro lado, si lo pido por internet y el envío llega cuando no hay nadie en mi casa, zas, me toca desplazarme a correos, buscar hueco en mi horario o pasarle el encargo a una tercera persona. Otro fastidio.
También hay una cierta fascinación en eso de pedir cosas por internet. Eso de que te traigan a la casa un paquete, por mínimo que sea, te hace sentir importante. Un repartidor viene a mi casa exclusivamente para hacerme una entrega. ¡Eso halaga a cualquiera!
Y, por último, está el asunto de los empleados semiesclavizados del citado imperio librero y de sus impuestos, que no repercuten todos en España.

6 comentarios:

Pitt Tristán dijo...

Todo es empleo al fin, y todo es esclavitud al fin, la de amazon y la del dependiente de la librería de la esquina, que también suele ser de otra multinacional. Los mismos dueños de librerías, sus parejas, sus hijos, seguro que compran por internet, es más, seguro que los encargos de sus libros físicos ¡los hacen por internet!
Lo digo para que no te sientas culpable, haz lo que en ese momento te pida el cuerpo y, en cuanto a que si no estás en casa cuando traen el paquete, haz como yo que, para dar más empleo, tengo conserje en mi edificio.

Un abrazo.

Noelplebeyo dijo...

Bueno, el trabajo en breve desaparece. Y el dueño de Amazon hya dice que hay que robotizar

Saludos

Dyhego dijo...

Tristán:
procuro comprar en tiendas locales, por lo menos sé que se beneficia alguien cercano.
Ningún trabajador está bien pagado, eso, fijo.
Salu2.

Dyhego dijo...

Noelplebeyo:
razón de más para comprar sólo lo imprescindible en ese sitio.
Salu2.

LA ZARZAMORA dijo...

Hago como tú, suelo comprar en casa de mi librero hasta que la mundialización acabe con ellos, y será una lástima!!! No quiero ni pensarlo. Con lo que disfruto yo allí, me paso horas, y siempre me aconseja algo bueno.

Bizz libraires, murcianico.

Dyhego dijo...

Zarzamora:
igual que las ciudades se conocen mejor a pie, los libros se escogen mejor ojeándolos y tocándolos.
Salu2 librescos.