sábado, 12 de diciembre de 2015

Queda gente honrada

Fotografía de Diego Morales

Sí, todavía queda gente honrada. Y da mucho gusto comprobarlo.
Ayer viernes fui a comprar una bombona de butano. Sí, también soy de los que aún tienen que ir a comprar cada quince días el gas. De ese grupo al que siempre se le acaba la botella cuando estás a medio ducharte y no hay nadie en la casa. Antes pasaba el butanero y nada más que por el ruido ensordecedor del vaivén de bombonas, adivinabas a qué distancia estaba y salías a toda mecha para que no pasara de largo el camión.
Baja a la cochera, carga la bombona en el maletero, desplázate a la gasolinera, paga, la chica te entrega una, cochera, descarga, casa.
Un rato después necesitaba la cartera (la de los exámenes no; la de los billetes) y poco a poco el pánico se fue apoderando de mí conforme vaciaba mi macuto e inspeccionaba toda la casa. Bajé dos veces a la cochera a mirar dentro del coche. Nada.
El pánico se convirtió en horror.
Llamada al banco para que anularan la tarjeta de crédito. Desasosiego de pensar en todas los documentos que tendría que renovar (DNI, permiso de conducir...)
Se me ocurrió volver a la gasolinera, por si acaso...
¡Y la chica de la caja la tenía custodiada para cuando apareciera el dueño! Habían mirado dentro por si había un teléfono, pero no faltaba nada. Otro empleado la había encontrado en el suelo.
Me dio tanta alegría y estaba tan agradecido, que les dejé una propina de 10 euros. Poco para el inmenso favor que me habían hecho.
¡Queda gente honrada, vaya que sí!

Nota bene: ahora mismo cuesta la bombona 12,68€.

14 comentarios:

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz dijo...

Por supuesto que hay gente honrada, y mucha.
Hace unos años yo también he devuelto una cartera, me ocupé de buscar el teléfono en la guía y todo.
Y también apareció en el portal del edificio la documentación de un coche, y busqué al dueño, que estaba más que agradecido.

saludos

Dyhego dijo...

Karin:
Sí que las hay, pero a veces se nos olvida que hay mucha gente buena.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Don Dyhego, a mí me pasó lo mismo. Perdí la cartera y un camarero del bar Entrecárceles de Sevilla me lo devolvió intacto. Y también le hice un regalo. Bravo por usted y la chica de la tienda.

amoristad dijo...

Yo creo que hay mucha gente así,más de la que aparentan pero,desgraciadamente destaca más lo malo.Ya podrían presentarse para presidente del gobierno,sería más fácil decidirse,jajaja...

Un abrazo desinteresado!!

Tracy dijo...

¡Claro que sí!. el otro día me pasó eso a mí!

L.N.J. dijo...

Hola Diego, es que las cosas buenas siempre se deben contar; estamos acostumbrados a todo lo contrario.

Me alegro por ti.

Dyhego dijo...

Don Epifanio:
realmente, hay más gente honrada de lo que solemos creer. ¡Que cunda el ejemplo!
25 neutonios honra2.

Dyhego dijo...

Amaoristad:
¡la gente honrada, al final, desiste de la política! ¡O no los dejan llegar a puestos de responsabilidad!

Dyhego dijo...

Tracy:
ojalá todo el que pierda la cartera, la pueda recuperar intacta.

Dyhego dijo...

Lourdes:
a veces viene bien contar cosas buenas.
Gracias.

LA ZARZAMORA dijo...

Ya lo creo, a mí la mía me tocó ir a buscarla al consulado, y del bolso no quedaba nada... sólo me devolvieron el DNI español... ya te digo!!
Pero hayla, claro que queda gente honrada, por lo que se ve mi bolso con cartera y más cosas incluídas les gustó y se hicieron el regalo por adelantado y sin pedirme permiso.

Bizz honnêtes, murcianico.

tecla dijo...

Afortunadamente estas cosas también pasan Dyhego.
.

Dyhego dijo...

Zarzamora:
En esos casos lo que se suele decir es: ¡ojalá lo que me han sustraído se lo tengan que gastar en medicinas!
Salu2 honra2.

Dyhego dijo...

Tecla:
¡que cunda el ejemplo!