NARANJITO: Como de "pìedras" ya estás harto (por lo del riñón), te aconsejo que pruebes los "chochos". Yo no tengo ni dientes, ni muelas ni boca para probarlos... Salu2 salmánticos.
Pequeñas o grandes peladillas con grato sabor a canela. Las pequeñas presentan unas dimensiones aproximadas de 3,5x2 cm. y las grandes de 3,9x2,5 cm. Poseen una textura muy dura, como un caramelo. Su color blanco, típico del azúcar, les aporta una vistosidad particular. Se les conoce también como Chochos de Salamanca. Ya no se si prefiero los chochos o las piedras, para mi dentura no sirven.
La verdad es que el lenguaje típico y local es entrañable y encantador. Con la televisión se está perdiendo la idiosincracia de los pueblos. Y tendríamos que hacer un gran esfuerzo por conservarla. Vale la pena. Había un poema que se llamaba: Hermana Marica mañana que es fiesta no irás tu a la amiga ni yo iré a la escuela...
Y más adelante hablaba de comer chochos y garbanzos.
Segiro que los chochos estaban y seguramente lo estarán, muy blanditos y muy ricos.
Pues en Argentina, "estar chocho" es estar encantado con algo. En cambio, no mandes a nadie a la "Casa esa", porque sonaría muuuuuuy "travieso", jajajajaja El mismo idioma y tan diferente :))
18 comentarios:
¡Jaja! ¡Vaya nombrecito! Tiene mucha guasa.
Un abrazo.
Po yo nunca he probado los chochos de Salamanca. !cuenta, amigo, cuenta!
Un abrazo.
MJ:
Supongo que las salmantinas tienen que estar hasta el moño del jueguecito de palabras.
De todos modos, no lo digo para ofender, que conste.
Salu2.
NARANJITO:
Como de "pìedras" ya estás harto (por lo del riñón), te aconsejo que pruebes los "chochos".
Yo no tengo ni dientes, ni muelas ni boca para probarlos...
Salu2 salmánticos.
ME GUSTAN LOS CHOCHOS.
Pequeñas o grandes peladillas con grato sabor a canela. Las pequeñas presentan unas dimensiones aproximadas de 3,5x2 cm. y las grandes de 3,9x2,5 cm. Poseen una textura muy dura, como un caramelo. Su color blanco, típico del azúcar, les aporta una vistosidad particular. Se les conoce también como Chochos de Salamanca.
Ya no se si prefiero los chochos o las piedras, para mi dentura no sirven.
¡Ofrecer los chochos salmantinos en cartelitos...! Je, je, je.
Un saludo.
La verdad es que el lenguaje típico y local es entrañable y encantador. Con la televisión se está perdiendo la idiosincracia de los pueblos. Y tendríamos que hacer un gran esfuerzo por conservarla. Vale la pena.
Había un poema que se llamaba: Hermana Marica
mañana que es fiesta
no irás tu a la amiga
ni yo iré a la escuela...
Y más adelante hablaba de comer chochos y garbanzos.
Segiro que los chochos estaban y seguramente lo estarán, muy blanditos y muy ricos.
Aay Dyhego, cómo me gustan tus entradas.
Hermana Marica,
mañana, que es fiesta,
no irás tú a la amiga
ni yo iré a la escuela.
Pondráste el corpiño,
y la saya buena,
cabezón labrado,
toca y albanega;
y a mí me pondrán
mi camisa nueva,
sayo de palmilla,
calza de estameña.
Y si hace bueno
traeré la montera,
que me dio la Pascua
mi señora agüela.
Y el estadal rojo,
con lo que le cuelga,
que trajo el vecino
cuando fue a la feria.
Iremos a misa,
veremos la iglesia,
darános un cuarto,
mi tía la ollera.
Compraremos dél
(que nadie lo sepa)
chochos y garbanzos
para la merienda.
Y en la tardecica
en nuestra plazuela,
jugaré yo al toro
y tú a las muñecas,
con las dos hermanas
Juana y Madalena,
y las dos primillas
Marica y la Tuerta.
Y si quiere madre
dar las castañetas,
podrás tanto dello
bailar en la puerta.
Y al son del adufe
cantará Andregüela:
«No me aprovecharon,
madre, las yerbas.»
Y yo de papel
haré una librea,
teñida de moras,
porque bien parezca.
Y una caperuza
con muchas almenas;
pondré por penacho
las dos plumas negras
del rabo del gallo
que acullá en la huerta
anaranjeamos
las Carnestolendas.
Y en la caña larga
pondré una bandera,
con dos borlas blancas
en sus tranzaderas.
Y en mi caballito
pondré una cabeza
de guadamecí,
dos hilos por riendas.
Y entraré en la calle
haciendo corvetas
yo y otros del barrio,
que son más de treinta.
Jugaremos cañas
junto a la plazuela
porque Barbolilla
salga acá y nos vea.
Barbola, la hija
de la panadera,
la que suele darme
tortas con manteca.
Porque algunas veces
hacemos, yo y ella,
las bellaquerías
detrás de la puerta.
Luis de Góngora
¿Verdad que es enternecedor?
Góngora nos pertenece.
Pues en Argentina, "estar chocho" es estar encantado con algo. En cambio, no mandes a nadie a la "Casa esa", porque sonaría muuuuuuy "travieso", jajajajaja
El mismo idioma y tan diferente :))
Besazos.
OJT:
¡Es cuestión de probarlos!
Salu2.
MENALCAS:
¡Esa explicación lo aclara todo, jejejeje!
(Mis dientes tampoco aguantan...)
Salu2.
OPINADOR:
¡Hay que hacerse publicidad!
Salu2.
TECLA:
Gracias.
El lenguaje popular es una joya que debemos apreciar y cuidar.
Salu2.
TECLA:
Me ha gustado mucho tu aportación. Este poema redondea mi entrada. Gracias mil.
Salu2.
LILIANA:
Resulta asombroso e interesante los matices que van tomando las palabras en un sitio o en otro. Es como el verbo "coger"...
Salu2.
Mucho mejor quedarse con la cultura salmantina... o lo que sea.
Un abrazo
BICEFA:
De Salamanca no se desperdicia ná de ná.
Salu2 totales.
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