Fotografía de Diego Morales
Recogí las vainas de un jardín. Planté las semillas en una maceta. Nació el algarrobo (algarrofero o garrofero, se dice por aquí). Lo casé con la tierra cuando estuvo en edad de merecer. He sido su guardián y su servidor. Lo podo para que dé mucha sombra y siempre un par de palmos por encima de mi cabeza para que nadie tenga que agachar la cerviz cuando pase bajo su poderío. Dispuse sus ramas a poca altura del suelo para que mis hijos pudieran subirse al árbol sin esfuerzo y disfrutaran sentándose bajo su cobijo... pero ya son tan grandes (mis hijos) que ya no les hace ilusión subirse al árbol. Algunas veces me siento yo.
8 comentarios:
Tierno, dulce y una delicia para esta mañana.
... y menos mal que se le quedo la mente en blanco que si no...
Gracias señor Diego.
MAILE:
¡No siempre está uno en vena!
Salu2
Luego se subirán tus nietos, y te parecerá que lo acabas de plantar.
Yo me subiría a leer a la fresca, parece cómodo.
Un beso.
Te comprendo perfectamente. Años atrás cogí y planté una semilla de Corvera de la que nació un algarrobo que mantuve en la maceta un par de años hasta que lo trasladé a la tierra de verdad. Allí está desde hace algunos años, creciendo sin ayuda y sin agua, sólo la que llueve. En cierto modo soy yo mismo.
Un abrazo.
MAITE:
¡Madre mía, mis nietos dices...! Por el momento estoy saturado de crianzas de niños, jejeje. La sombra de los algarrobos es tupida y da gusto sentarse a leer o a tomarse una cerveza.
Salu2.
TORCUATO:
Es lo bueno de plantar árboles de estos climas, que lo aguantan todo.
Salu2.
Arbolé, arbolé, seco y verdé.
La niña del bello rostro....
Quiero ser tu hija para tenderme a la sombra de tu árbol y soñar.
Tardó tanto en crecer el algarrobo que los niños le ganaron :)
Ese es un árbol que yo (con mi estatura) debería tener en mi jardín, jajajajaja
(Es que soy pequeñina)
Besotes Dyhego.
Publicar un comentario