Antonio y Charly

Antonio Aguilar hablándonos de "Charly".

Foto (malísima) de Diego Morales

Anoche asistí a una velada cultural. Murcia, tres culturas. El lugar, un jardín curioso y coqueto. El conductor de la velada, ocurrente y ágil. La primera oradora, una mujer de humor fino que nos habló de los mitos helenorrománicos femeninos extrapolados a diversos momentos históricos del presente. El segundo disertador, un hombre que nos habló del cine, de cómo nos moldea la mirada a los occidentales, por lo menos, y de diversas películas en las que el choque de culturas se materializa en mujeres que resuelven el conflicto positivamente. El tercer orador se empeñó en darnos una clase de fotografía y en mostrarnos imágenes de los fotógrafos que le gustan.

Y el cuarto en intervenir, de palabra envolvente, sencilla y cautivadora, nos habló de la multiculturalidad en una disertación en la que mezclaba el destino, la realidad, la irrealidad, la sorpresa, la apariencia, la conexión, la desconexión, la interconexión, la palabra como materia de los sueños, presentándonos a un curioso personaje, Charly.

El público, correcto. El ambiente, tranquilo. La noche, suave, pero yo me confié y pasé frío con el dichoso relente. ¡Pude asistir y mereció la pena!