jueves, 16 de junio de 2022

Greguerías.


Saben ustedes que no soy propenso a tratar aquí de temas laborales, pero hoy voy a hacer una nueva excepción.
Durante el presente curso les he propuesto diariamente a mis alumnos de 3º y 4 º ESO (14/16 años) una greguería de Ramón Gómez de la Serna. Llevamos 60, greguería arriba, greguería abajo. Se las escribo en la pizarra traducidas al francés ("Ramón Gómez de la Serna. Greguerías". Éditions Cent pages. Traduction de  Jean-François Carcelen et Georges Tyras). El trabajo de los alumnos consiste en traducirlas de nuevo al español y explicarlas en francés.
Los resultados han sido francamente desalentadores y catastróficos.
Sólo uno o dos alumnos de cada clase (tres clases, 76 alumnos) hacían el trabajo, pero ni siempre ni las dos partes del trabajo. Siendo generoso y descontando días de ausencia, ninguno ha trabajado ni 25 greguerías.
Algunos copiaban mal alguna palabra y la traducción era surrealista.
Casi todos (o debería decir todos) han utilizado el traductor de textos de google y las traducciones también solían ser estrambóticas.
En cuanto a las explicaciones, casi ninguno las entendía.
Verbigracia: " Les cascades lâchent leur cheveux et n'en font qu'à sa tête". (Algo así como "las cascadas se sueltan la melena y hacen de ella lo que les da la gana").
Los que intentaron la traducción han encontrado soluciones que son o para llorar o para reír. Sólo un alumno me dio la siguiente explicación: " en la peluquería te lavan el pelo y parece que es una catarata". 



Fotografías de Diego Morales. Museo nacional de escultura. Valladolid- España.


 

6 comentarios:

Fackel dijo...

Una de dos: o el pasado es incomprensible para estas generaciones o nosotros no vamos a comprender jamás el futuro que llega. Por supuesto que el surrealismo latente en las greguerías (versión Don Ramón) no hace sencilla la operación que tú pretendiste, pero lo preocupante es la falta de esfuerzo, de indagación, la utilización cómoda de lo que aún es débil (translate google p.e.) y probablemente el desinterés. Me gustaría saber qué opinaron de ti esos de la plantilla "laboral".

VENTANA DE FOTO dijo...

La ley del mínimo esfuerzo. Desde que se ha desterrado la ley del esfuerzo, todo marcha fatal.Esto no se ha ido forjando ahora . Desde que el niño entró por primera vez en el colegio, al niño no se le podía contradecir, por mal comportamiento que tuviera. Más de una vez madre o un padre han ido a encararse con el maestro, cuando ha cometido una mala acción. Al niño se le da los mayores gustos posibles y haciendo lo que le da la gana. Y eso es lo que tenemos en estos últimos tiempos....¡Paciencia amigo!

Besos.

Dyhego dijo...

Fáckel:
una de las cosas que preconizan las diferentes leyes educativas (y en la Lomloe lo he leído en algún lugar) es el apoyo al desarrollo artístico de los alumnos. Se da por hecho que los discentes son Lorca, Picasso, Ramón y Cajal, Bollaín, Baras, Caballé en potencia (cosa de la que dudo en parte) pero compruebo que a muchos les falta un empujoncito. Quería que conocieron el mecanismo de las greguerías y el mecanismo de las dos lenguas, para que, más adelante, pudiesen crear greguerías originales (no descargadas de internet).
Cuando les propuse que crearan sus propias greguerías les impuse yo los objetos sobre los que tenían que pensar (para evitar el cortoypego) y ahí, lo reconozco, hubo bastante inventiva.
Le propuse greguerías "comprensibles" con facilidad pero casi no se han molestado en trabajar. En una ocasión les propuse ésta: "las patas del elefante son un bandoneón". Ninguno la acertó. Y les expliqué paso a paso lo que tenían que haber hecho: "le preguntáis a "la" Viqui, ¿a quién? A "la Viqui", a la Wikipedia, qué es un bandoneón. Zas, google, imagen, ahí tenéis una foto y la explicación de lo que es un bandoneón. Depués vais a youtube y buscáis música de bandoneón, por curiosidad, para saber cómo suena ese instrumento. Después buscáis una foto de un elefante. Zas. Y ahora comparáis una pata de elefante con un bandoneón, etc." Todavía a algunos les costó ver un parecido.

En fin, podía haberme desmoralizado a la quinta o sexta greguería. Pero no, he insistido e insistido. Hasta las sesenta y alguna. ¡Lo mismo me ponen de mote el Greguerío o algo así, jajajaja.

Salu2 y perdona si me he extendido demasiado.
Gracias.

Dyhego dijo...

Antonia:
lo de la ley del mínimo esfuerzo creo que la hemos llevado a cabo más de uno... pero me daba mucho apuro llegar a clase sin haber hecho los deberes. La diferencia fundamental que aprecio ahora es que en nuestros/mis tiempos no era tan fácil acceder a la información. Ahora es inmediato. Buscas en google cualquier cosa y la encuentras en segundos. Pero hay muchos que pasan de todo. No todos, pero sí muchos y en demasiadas ocasiones. Es comprensible que alguna vez se les olvide hacer los deberes o algún trabajo, pero tan a menudo...
Pero hay de todo, eh. Llama la atención lo malo, pero hay bastante alumno bueno.
Salu2.

JUAN FUENTES dijo...

La cultura es muy necesaria en todo momento

Dyhego dijo...

Juan:
siempre y en cada momento.
Salu2.