Fotografía de Diego Morales. Estatua dedicada a Salomón Ben Gabirol. Escultor: Hamilton Reed Armstrong. Málaga - España |
“A propósito de las historias que veo, que leo o que me cuentan de
viva voz, toda mi vida he aborrecido los finales abiertos. Me cuesta
no poner los ojos en blanco cuando escucho que compete a los lectores
o espectadores inventarse, intuir o completar el final que la novela
o la película les escatima. […] ¡Venga ya! Pago para que me
cuenten una historia; en consecuencia, la exijo entera”.
Fernando Aramburu. “Los vencejos”. Editorial Tusquets, páginas 57/58.
Aramburu (¿él o su personaje?) expresa de forma contundente y perfecta lo que pienso.
¡Cómo odio esas películas en las que no se sabe si el sospechoso es el asesino o no! ¡O esas novelas en las que te quedas sin saber si el protagonista va a tomar una decisión o no!
6 comentarios:
Tienes razón. Después de leer avídamente un libro o estar expectante viendo una película, el final incierto , no te satisface.
Besos
Antonia:
totalmente de acuerdo. Es como si en un restaurante te dejaran sin postre, para que tú te tomes el que quieras en tu casa, jajaja.
Salu2.
A veces tiene que ver con que el creador no sabe cómo cerrar la historia.
Me gusta cuando parecen que son abiertos, pero una clave te lleva por un camino no tan ambiguo. Porque ya que me tengo que inventar por completo el final para eso me invento la historia completa también jajaaa
En fin, son gustos igual
Abrazos
La duda te hace pensar quizás, pero desde luego yo tambien prefiero sea cine o pelicula ver un final, puede gustar más o menos, pero que termine
Un saludo
No sé si tu eres Dhiego, un amigo que hace años antes de que dejara inactivo mi blog de poemas, solía siempre comentarme, tanto si eres como si no, me alegra haber llegado a tu portal
Frodo:
me gusta que en las historias todo quede atado, resuelto y comprensible. ¿Te imaginas que un cantante dejara una canción sin terminar para que cada oyente la acabe como quiera? No tiene sentido. Otra cosa es que el final me guste o no.
Salu2.
Stella:
veo que coincidimos en que las historias que nos cuentan los escritores deben tener un final en el que todo quede atado. Si no, ¿para qué sirve la historia?
Sí, seguía tu blog. Me alegra tu vuelta. Utilizo el nombre "Dyhego" de forma jocosa, pero soy Diego.
Salu2.
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