miércoles, 13 de abril de 2022

Música, sólo música. Murakami y Ozawa.

Fotografía de Diego Morales.

Mi decimocuarta lectura ha sido un libro de conversaciones, "Música, sólo música", entre Haruki Murakami y el director de orquesta Seiji Ozawa sobre, cómo no, la música. Editorial Busquets.
Ha sido casi una casualidad que eligiese este libro precisamente justo después de haber leído unas conversaciones entre el cardiólogo Valentín Fuster y el escritor José Luis Sampedro. Aunque sabía que no era una novela, ignoraba que también sería una conversación entre dos eminentes personajes.
Si Fuster y Sampedro dialogaban sobre la vida, la muerte y todo lo que transcurre entre una y otra; Murakami y Ozawa sólo charlan de música: tempos, óperas, conciertos, orquestas, cuartetos, partituras, métodos de trabajo, etc.
Reconozco que no me he enterado de nada, pero me ha dado mucho gusto leer estas conversaciones tan apasionantes sobre la música. ¡Hasta me dan ganas de ponerme a escuchar a Brahms, Beethoven, Mahler, Stravinsky, Strauss, Berlioz, Wagner y tantos otros que nombran! De hecho, nada más acabar de leerlo me he puesto a escuchar los Carmina Burana dirigidos por Ozawa.
Ya digo, no me he enterado de nada pero me ha gustado mucho.
Me ha recordado unas conversaciones que escuchaba a escondidas entre dos compañeros de trabajo. Digo a escondidas porque no participaba de ellas y me mantenía a distancia, pero, en mi descargo, diré que no soy un fisgón puesto que tales diálogos los mantenían en la sala de profesores, a la vista/oído de todos. Uno era el profe de música y el otro era de tecnología y hablaban con tanta pasión de música, que me maravillaba, más aún cuando yo soy tan zopenco. Recuerdo que uno decía: ayer escuché una gaité de no sé quién, interpretada por el ensemble no sé qué. Y yo me maravillaba, dicho sea sin ironía, al revés, con profundo respeto.
 

8 comentarios:

Fackel dijo...

Incluso cuando leemos textos de materias que no entendemos o nos pillan grandes pueden resultar estimulantes. Y dejar la puerta abierta, siquiera a una porción de ellas. Me ha pasado a veces como a ti. Un abrazo.

Dyhego dijo...

Fáckel:
me alegra mucho saber que también esto les pasa a muchos, como tú.
Otro abrazo y salu2.

VENTANA DE FOTO dijo...

Tengo que confesar, qu la música es mi gran pasión. Desde pequeña he crecido escuchando música. Mi padre era un gran amante de la música clásica y yo ponía la música del momento. Ahora estoy familiarizada conn ambos estilos. Creo que ese libro que has leídpo lo hubiera gustado bastante a mi padre. El era un entendido en música clásica.

Besos

Manuela Fernández dijo...

Me ha hecho mucha gracia leerte "no me he enterado de nada", no me esperaba tanta sinceridad. Pues sí, muchas veces asistimos a conversaciones, documentales, textos... que no entendemos, pero la idea, subliminalmente, se nos va quedando y aprendemos. O no :))
SAludos.

Dyhego dijo...

Antonia:
me produce sana envidia la gente que entiende de música. Yo voy a lo facilón.
Gracias y salu2.

Dyhego dijo...

Manuela:
mentir en este asunto hubiese sido presuntuoso y malvado por mi parte, jajaja.
Conozco las notas musicales y toco penosamente la flauta (canciones infantiles que no presentan dificultades).
Cuando un entendido cuenta las cosas con pasión y sencillez, me da gusto escuchar y atender. Siempre se aprende algo, aunque no pueda profundizar.

Salu2.

Frodo dijo...

Veo que tiene una estructura parecida al anterior que estuviste leyendo.
Como aficionado a la música seguro me gustará

Abrazos, profe

Dyhego dijo...

Frodo:
sí, es verdad, una estructura muy parecida, pero aquí sólo hablan de música, de interpretaciones y detalles técnicos que me resultan tan apasionantes como difíciles de entender.
Salu2.