Fotografía de Diego Morales. |
Mi vigésimo cuarta lectura durante este proceloso año ha sido "Las aventuras de Pinocho" del italiano Carlo Collodi.
Sigo interesado en leer historias infantiles lo más fieles posibles al original y esta vez le ha tocado al bueno de Pinocho, un zagalico (que diríamos en Murcia), ya que odio mortalmente la palabra "chaval", que hoy sería etiquetado como TDAH por unos, disruptivo por otros, rabo de lagartija por aquestos o inadaptado social por aquellos. El caso es que el chiquillo cae un poco mal al principio, pero te encariñas con él conforme vas pasando de una aventura a otra. ¿Quién no se dejaría caer en la tentación de ir al País de los juguetes, donde no hay ni asomo de libros, escuelas y maestros, donde las vacaciones empiezan el primer día de enero y acaban el último día de diciembre y donde las semanas tienen seis jueves y un domingo? ¡Pues eso! El pobrecito quiere ser bueno y obediente, pero es que las tentaciones son muy fuertes... Pero, eso sí, tiene buen corazón, muy buen corazón.
7 comentarios:
Oláamigo Dyhego.
Gostei dessa criativa postagem, com esses bons textos.
Uma boa continuação da semana, Don Dyhego.
Grande abraço.
Mari Carmen:
estoy descubriendo detalles interesantes. Tengo unos cuantos más en la lista.
Salu2.
Pedro:
muito obrigado.
Picho es un cuento muy bonito e interesante, incluso para los adultos.
Abraços.
one of my favorite stories...
love Pinocchio ....
Rainbow:
muchas gracias por su comentario.
Pinocho es un personaje muy simpático.
Salu2.
El libro mil veces supera al Disney...
¿Te imaginas si a cada uno que nos mintiese en la cara que creciera la nariz?
Je, je.
Bises véritables, murcianico.
Zarzamora:
¡tendríamos que separarnos mucho de la persona con la que estemos hablando, por si acaso, jajaja!
Sería algo muy práctico, sin duda.
Salu2 vrais.
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