miércoles, 25 de marzo de 2015

La jungla de asfalto

Fotografía de Diego Morales

Si viviéramos (o viviésemos) en la selva, seríamos una presa tan fácil que hasta la más torpe de las alimañas nos cazaría en menos tiempo del que tarda un político en enchufar al cuñado de turno.
Con los auriculares a todo volumen no podríamos oír ni a un tiranosaurio que nos persiguiese bailando claqué.
Con las gafas de sol puestas incluso de noche no sabríamos distinguir ni a un hipopótamo fosforito que nos embistiese de frente.
Enfrascados en una conversación a través del móvil no seríamos capaces ni de percatarnos del precipicio que se abre ante nuestros pies.


8 comentarios:

Humberto Dib dijo...

Disculpa, no pude leerte bien porque estaba respondiendo una llamada ;)
Un fuerte abrazo, amigo.
HD

tecla dijo...

Menos mal que yo no consigo articular palabra en el móvil cuando voy caminando.
No me concentro y me pone de los nervios.
Aparte de que hablando conmigo misma me, soy la persona más feliz del mundo, Dyhego.
Qué amena soy. Todo cuanto me digo me gusta. Y me comprendo.

Dyhego dijo...

Dib:
¡Anda, perdona, iba guaseando y no te vi pasar! ¿Será posible?
:)
Salu2 atentos.

Dyhego dijo...

Tecla:
No me gusta hablar por teléfono. Me sigo poniendo nervioso desde la primera vez que lo utilicé.
También me gusta echar mis parrafadas conmigo mismo en el coche. Lo curioso es que siempre estoy de acuerdo...
Salu2 acorda2.

Tracy dijo...

Estamos locos con los móviles, no sé como no asan más accidentes.

LA ZARZAMORA dijo...

No me gustan nada los móviles, pero como el internet, nos lo impusieron sí o sí, para seguir alimentando al rebaño.

Bizz sans portables, murcianico.

Dyhego dijo...

Tracy:
En las tecnologías siempre voy a remolque. Lo malo es el abuso, siempre.
Salu2 tecnológicos.

Dyhego dijo...

Zarzamora:
Los abusos y las dependencias son siempre peligrosos. Yo siempre voy a remolque.
Salu2 techniques.