martes, 18 de mayo de 2010

Carretilla o carretón

Fotografía de Diego Morales
No crean ustedes que manejar una carretilla es actividad exenta de peligros. Es cierto que puedes conducirla habiéndote bebido varios chatos de vino, que no tienes que ponerte el cinturón de seguridad y que no necesitas pagar un seguro de accidentes pero... ¿qué haces cuando se pincha la rueda? ¿y cuando la llevas cargada a tope para no tener que hacer dos viajes y se te van cayendo las cosas a cada metro? ¿Y los dolores de hombros cuando la llevas cargada por los mismos motivos anteriores y luego te las ves y te las deseas para subir una cuestecilla? ¿Y cuando vas manejando el carro y empiezan las moscas a revolotear por tu cara porque las muy condenadas esperan a que tengas las dos manos ocupadas? Lo único divertido de este trasto endemoniado es cuando le pedía a mi padre que me paseara y yo iba más a gusto que un rey en su carroza, dando corcovos y poniendo cara de velocidad...
El día catorce hizo 22 años de la muerte de mi padre. ¡Cómo pasa el tiempo, Dios!

24 comentarios:

MAROCHA dijo...

No se exactamente cuando las cosas superdivertidas en la niñez, pasan a ser un peñazo de adultos.
Me acuerdo de lo divetido que me resultaba ayudarle a mi madre a planchar los pañuelos y trapitos.

El día 17 hizo 7 de la muerte del mío.

Un saludico.

Torcuato dijo...

Me he reído imaginando las distintas situaciones carretilleras que has descrito.

Para cuando se te pincha la rueda de este armatoste, se me ocurre que cojas al gatico de la foto de entradas anteriores, je, je.

Un abrazo Dyhego.

alma dijo...

:)

Lo de las moscas me ha matao, XD.
Coincido con Marocha, era divertido planchar cuando no había que hacerlo.

Besos.

Dyhego dijo...

MAROCHA:
¡Es verdad; en cuanto tienes que hacer algo por obligación... ya no apetece!
Lo mismo nuestros padres se han conocido en alguna dimensión...
Salu2

Dyhego dijo...

TORCUATO:
¡Estoy seguro que la gata se subiría también al carro y no me ayudaría!
Haré lo mismo que el loco del chite: llevarla bocabajo para que no me la llenen de cosas ...
Salu2

Dyhego dijo...

ALMALIRE:
¡Eso da una pesambre! Estar con las manos ocupadas y las moscas revoloteándote por la cara. Aggg.
Salu2 con mariposas, que son más bonitas.

Marisa dijo...

JA! Mi padre también nos paseaba en ellacuando èramos chicos (también murió hace 3 años). Luego ya nos encargábamos nosotros de pasearnos en plan termineitor, jaja. Era divertido. No se por qué los albañiles no se divierten cuando están cargando una a tope, a pleno sol.... Un día se lo pregunto... Si no vuelvo por aquí, de por hecho que se lo pregunté y estaré recuperándome en algún hospital...
Saluditos

Unknown dijo...

Cómo pasa el tiempo Dyhego,

y Dios sin querer meterse en estos asuntos tan humanos.

Salu2

Olga Bernad dijo...

Vaya, esa melancolía al final del texto... Como si lo pensases desde el principio pero te diese un cierto pudor nombrar lo que importaba. Esos viajes en carretilla son un tesoro que nunca podrá robarte nadie;-)
Besazo.

Dyhego dijo...

MARISA, MARISA:
¡No metas el dedico en la llaga, mujer...! Jajajaja.
Salu2 albañileros.

Dyhego dijo...

RAMÓN:
Mientras unos viajan a Praga... (ején) en avión; otros viajamos en carretilla, jejeje.
Salu2.

Dyhego dijo...

OLGA:
¡Perspicaz eres! Todavía me acuerdo de mi infancia, cuando el menor me pide que lo pasee.
Salu2.

Merce dijo...

Bonito homenaje.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡Madre mía qué juguete más chulo!
Es universal y de muchos usos.

El señor anónimo te dirá que no vive en Fuente Álamo, por lo que se está muy orgulloso de su...pueblo.

=)

Dyhego dijo...

MERCE:
Muchas gracias y salu2.

Dyhego dijo...

JEAN-JACQUES:
C'est peut-être un monsieur qui aime le théâtre...?
Oh là là, je suis vraiment intrigué!!!
Sois heureux!!!!

Madison dijo...

Me encantan tus entradas por lo humanas que son y tambien por lo divertidas.
Siempre que te leo lo hago con una sonrisa.
Un abrazo Dyhego

L.N.J. dijo...

Tienes una humildad fuera de lo común Diego, de esas que se echan de menos.

Un beso.

Dyhego dijo...

MADISON:
Eso busco y pretendo, que la gente esboce una sonrisa.
Gracias y salu2.

Dyhego dijo...

LOURDES:
Muchas gracias por lo que me dices, pero no te fíes, no te fíes... en la realidad pierdo mucho, pero que mucho.
Salu2.

tecla dijo...

Hermosos recuerdos Dyhego. Siento en mi cabeza la voz de mi padre y casi no puedo soportar su ausencia.
A mi me gusta llevar la carretilla llena de yerba y de hojas secas.
De piedras desdeluego que no.

Muy buenos el texto.
Sólo una peqqueña y fuerte pincelada ha sido suficiente para darle sentido a todo el conjunto de la entrada.

Dyhego dijo...

TECLA:
Eso sí sería bonito: llevar la carretilla llena de rosas para ofrecérselas a todas las blogueras(y también a los blogueros).
Salu2 y gracias por tus palabras.

Liliana G. dijo...

Lo de las moscas esperando que tengas las manos ocupadas, me hizo reír a carcajadas, Dyhego, ¡es verdad! Y para colmo, si vas cargado como un canguro y peleando con la carretilla, es todo un desafío :)

Menos mal que siempre quedan esos maravilloso recuerdos de la niñez, con nuestros queridos padres, que hoy no tenemos al lado. Sí, el tiempo pasa volando...

Besotes.

P.D.: Aquí te dejo el link de mi otro blog por si querés leer un cuento que ha quedado finalista en un concurso de allí, España, y que publicarán en una antología. ¿Entusiasmada yo? ¡Qué va! Jajajajaja

http://lanavedelg.blogspot.com/2010/05/el-juego-del-deseo.html

Dyhego dijo...

LILIANA:
Gracias. Bonito microrrelato el tuyo.
Te mando una carretilla llena de salu2.