Imitación (IV)

Fotografía de Diego Morales

¿Les he disho que pazé er tifus? Pos lo pazé. Y er tifón también pazó por mi caza, doy fe.
Pos rezulta que me puze mu malito, pero malito de morirme, que desía la Martirio con zus peinetas, y como no podía ni moverme, ni salir ni entrar ni ná de ná, me metí en la cama y mi zantísima espoza llamó ar médico.
En no menos de sinco minutos, con to er ruido de las ambulansia, que ya digo yo que se oye aunque pongan la sirena  ésa más floja, llegó a mi caza no un médico sino una médica y una enfermera. Ahí mi espozita empesó a mosquearse. ¡A ver pa qué tienen que venir dos tías a mi caza, por mu zanitarias que zean! ¡Eh que no hay acazo MIR de ezos!
Tengo que desir que la médica era morenasa y la ats rubiasa, ambas dos guapísimas (tú, cariño, lo eres más, más y más).
Lo primero que me dise la médica es que me desnude to entero.
¡Ezo zi que no!, dijo mi quilla. Y me puzo un cojín en mis partes pa que la médica no ze entretuvieze mirando cozas que no ze deben ver.
A to esto, la ats sacó una jeringuilla que paresía la Girarda y se asercó amenasadora a zacarme zangre.
Pos yo, entre que estaba desnudo entre tres mujeres (pero tú lo eres más, vida mía), la fiebre der tifus y ver aquel aparato de tortura pa desangrarme... me desmayé y no me enteré de ná.
Dise mi mujersita que er gato ze azustó y tiró tos los enreos de la médica por el zuelo, la médica me quizo tomar er purso y  en ves de la muñeca me cogió otra coza, la ats queria haserme el bocaboca pa reanimarme y  mi señora espoza dijo que ni hablar, que de allí ze iban toas ahora mismo, que ella me cuidaría, me tomaría la tenzión, me haría el bocaboca y me zacaría toa la zangre zi ze me ocurría otra ves ponerme enfermo.

¿Quién es?