lunes, 12 de julio de 2010

De Maile

Fotografía de Diego Morales


Caricias sin magia

Disfrutaba leyendo pasiones,
verdades a gritos,
dibujadas en su frente.
Sabía que la deseaba,
la quemaba despacio,
pero nunca dijo nada.
Le gustaba sentir su mirada
dejando huellas de paso
donde una espalda ya no lo es.
Retirar un mechón de pelo,
descubrir una historia,
era el mejor de los gestos.
Conocía sus pretensiones
como si fuesen propias.
Era sugestivo hablar
y prolongar un saludo
hasta la madrugada.
Un día le dijo que la amaba…
a la flor se le fue el color
y desapareció la magia.



8 comentarios:

maile dijo...

Y nunca yo hubiera soñado con un lugar mejor para mi que su casa, mi señor Diego.

Gracias de corazon por su recuerdo y por la flor. Maravillosa sorpresa.

Besos a repartir.

prometeo dijo...

Las flores no pierden nunca su magia. Aunque se vaya su color, su olor, pueden convertirse en recuerdo en forma de hoja seca que aparece perdida entre las hojas de un libro, y al hojearlo, nos lleva a aque lugar donde la recogimos, y seguro fuimos felices.

Liliana G. dijo...

Qué pena caricias sin magia... más aún, después de un "te amo".

Maile, ha sabido tocar un tema que sin duda es una bofetada de realidad.

Besos para ambos :)

L.N.J. dijo...

Muy tierno y real . Lo vuelvo a leer y por más que no haya magia, se percibe ternura.

Gracias.

Dyhego dijo...

MAILE:
Me alegro de que le guste mi sorpresa. ¡Y eso que ni le pedí permiso!
Salu2.

Dyhego dijo...

PROMETEO:
Lo has dicho maravillosamente.
Salu2.

Dyhego dijo...

LILIANA:
Me sumo a tu comentario.
Salu2.

Dyhego dijo...

LOURDES:
Tienes mucha razón.
Salu2.