viernes, 30 de octubre de 2009

Colateralidades

Fotografía de Diego Morales
Mezquita de Córdoba
Observaciones colaterales captadas durante un paseo por la ciudad de Córdoba (España):
  1. Los turistas japoneses hacían menos fotos que yo (¡increíble pero cierto!)
  2. Una señora mendigaba con un bebé (recordé en voz alta la prohibición pero ignoro si me quiso oir)
  3. Un mozo llevaba una bufanda, de invierno, enrollada al cuello cuando en la calle la temperatura superaba con creces los 30º
  4. Tres gitanas se empeñaron (vanamente) en venderme ramitas de romero
  5. A una de ellas le oí decir: "A ver si pillamos a un pardillo" (sic)
  6. Cuando mis hijos entraron en la Mezquita, lo primero que dijeron fue: "Ah, esto es lo que sale por la tele"
  7. Un "segurata" le llamó la atención a mi hijo mediano porque iba corriendo por entre las columnas y a mí se me caía la cara de vergüenza
  8. Cuatro mozas, amigas, se refrescaban el gaznate sentadas a la mesa de una terraza; tres de ellas iban en tirantes y pantaloncicos cortos y la cuarta llevaba túnica y un velo que le tapaba toda la cabeza excepto el rostro
  9. Dos mozos árabes llevaban túnica y babuchas de ésas de los cuentos (con la punta en espiral)
  10. El gentío atravesando el Puente Romano se me antojó la Muralla China
  11. No ví a ninguna lugareña luciendo sombrero cordobés (y eso que miré, remiré y requetemiré)
  12. Tenemos que volver a Córdoba sin críos

4 comentarios:

Liliana G. dijo...

Tus observaciones colaterales son magistrales, has observado la naturalidad del transcurrir en tu paseo, para otro tipo de observaciones concienzudas, te doy la razón, sin críos.
Pero cuando crezcan te darás cuenta de lo maravilloso que fue pasar vergüenza con el segundo ¿quién le quita lo bailado? :)

Besos.

Dyhego dijo...

LILIANA:
Salir con niños es más una "pesadilla" que un "sueño".
Salu2

maile dijo...

No pases apuros con tus hijos... nunca... son niños... nunca hacen nada que te pueda avergonar porque aún no han aprendido, eso les exime de la culpa... incluso a ti.
Disfrutad de sus errores (travesuras) ahora que podeis y sonreid. Luego, más tarde, no podréis. La inocencia de los niños dura poco.


P.D. Pero si podéis ir a Córdoba sin ellos, algún día... pues eso.

Dyhego dijo...

MAILE:
¡En eso estamos!
Un saludo