miércoles, 5 de mayo de 2021

Botijo.

Fotografía de Diego Morales.

Para calmar la sed de venganza.

16 comentarios:

  1. ¡Quiero uno! No por la sed de venganza, sino por la belleza.

    Cuando era niño existía el botijero. Iba llevando de las riendas a un burro que sobre sus lomos resignados portaba un montón de cacharros de barro, sujetos en una malla de esparto amplia, como la de los piñeros. Iba pregonando su mercancía: "Boooootijero. Botijos finosssss". No te sonarán los oficios, eran de otra España. Me has traído recuerdos.

    (Dime al menos dónde fabrican botijos como el de la fotografía)

    Salud y nada de venganzas. La venganza siempre es de miserable (que hay muchos)

    ResponderEliminar
  2. Un botijo precioso Dyhego, yo lo pondría de adorno.

    Saluditos.

    ResponderEliminar
  3. Que bonito. Me gusta sus colores...
    Abrazo

    ResponderEliminar
  4. Ese bonito botijo solo es capaz de hacer una buena obra de misericordia: DAR DE BEBER AL SEDIENTO.
    Cariños.
    kasioles

    ResponderEliminar
  5. Fáckel:
    el botijero que llevaba sus mercancía en burro no lo he conocido, pero sí a un señor que llevaba en su isocarro una bidón con agua y la vendía por las casas.
    En cuanto al botijo de la imagen, nos lo dio una vecina porque se le había desportillado e iba a tirarlo a la basura. Lo tenemos de decoración en el exterior.
    Creo que todavía los venden en tiendas de cerámica. Si veo alguno le mandaré una foto y le diré dónde.
    Sí me suenan muchos oficios porque ya tengo una "edad mediana" y soy de pueblo: el afilador todavía pasa por aquí. Y recuerdo al señor que vendía "pollos de la pata gorda", al recovero, al de la leche, al que vendía pescado e incluso al que vendía bloques de hielo.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  6. Conchi:
    lo tenemos de adorno porque está desportillado. Tiene su encanto. Teníamos otro de adorno de color amarillento, pero algún hijoputa nos lo robó.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  7. Carlos:
    son colores alegres, así se alegra la vista a la vez que se bebía agua.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  8. Kasioles:
    seguro que cumplió con creces su tarea. Ahora está jubilado.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  9. Las venganzas solpo la conocemos los humanos

    ResponderEliminar
  10. Juan:
    sí, los animales no son tan sibilinos.
    Salu2.

    ResponderEliminar

  11. Ay, si fuera tan sencillo calmar esa sed...

    Hago una escapadita en la vorágine en que se convirtió mi vida en esta pandemia para pasar a saludar. Ojalá pueda recuperar la asiduidad de antes.

    Besos

    ResponderEliminar
  12. Se puede calmar esa sed? Mmm, no sé eh. Pero aliviarla un poco puede ser ja.... saludos

    ResponderEliminar
  13. Uma botija, Dyhego muito linda!
    Um beijinho!
    Megy Maia💙🌺💙

    ResponderEliminar
  14. Alís:
    la sed de venganza es difícil de saciar desde luego, pero más importante es que se haga justicia.
    Ya intuyo que andas muy liada, pero lo primero es tu vida y tu salud.
    Tómate el tiempo que necesites.
    Salu2 y un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  15. JLO:
    es cierto que la venganza es un sentimiento muy fuerte y difícil de sujetar, pero hay que intentarlo para que triunfe la justicia.
    O se intenta.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  16. Megy:
    ahora en verano es cuando mejor uso se le puede dar al botijo.
    Abraços.

    ResponderEliminar

Tu comentario es una estrella fugaz: refulgente en la noche, permanente en mi recuerdo.