viernes, 16 de marzo de 2012

Ahí, ahí, ahí

Fotografía de Diego Morales
No sé quién es el grafitero

Todos le indicaban el camino, la meta, lo que debía encontrar, en qué debía fijarse... pero no terminaba de quedarse convencido. ¿Y si...?

16 comentarios:

  1. Je je! Y así lo dejó.

    Una foto chulísima, Dyhego.

    Un abrazo.

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  2. Es que hay una minúscula separación entre la mano de Dios y la humana. Además hay un tercero que es el que lo pinta todo.
    Un abrazo, amigo.

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  3. La eterna pregunta :)

    Besicos, Dyhego

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  4. MJ:
    Si es que eso de que lo dirijan a uno...
    El mérito de la foto no es mío. Los colores del grafitti son bonitos y tiene su arte.
    Saludos.

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  5. Torcuato:
    Pero todos quieren intervenir...
    ¡Abrazos, Torcuato. Seguro que todo va bien! :)
    Saludos.

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  6. Almalaire:
    Efectivamente. Es cuando todos te dicen los mismo... hay que desconfiar, jejeje.
    Saludos confiados.

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  7. Genial, dyhego. Me encanta la idea de ese grafitero o grafitera. Es la confirmación de que Dios creó directamente a la mujer (nada de sacarla de costillas ajenas ni paparruchas semejantes) y tuvo, además, la delicadeza de pintarle o dejar que se pintara enseguida las uñas. Feliz fin de semana.

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  8. Isabel:
    Es una interpretación perfectamente plausible.
    Saludos aplaudosos.

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  9. Este es de los míos, Dyhego. Nunca sé a qué carta quedarme.
    ¿Y si.....?
    No, no.
    Saludos fortuitos.

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  10. Tecla:
    Lo importante es poder elegir y para eso hay que intentar pensar e intentar que no nos dirijan.
    Saludos multidireccionales.

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  11. Claro que no se convencía, el camino lo encuentra uno solo, no hace falta que nadie le indique por dónde...

    Un cariño sin desvíos, Dyhego.

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  12. Bueno, creo que muy pocas personas se convencerían de lo que los demás le indican. Ya casi no hay seres tan sumisos, ¿o sí?
    Un gran abrazo.
    HD

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  13. Era ciego?...

    Besos, Dyhego.

    Buen micro.

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  14. Liliana:
    Tenés razón, hay que desconfiar de aquellos que se empeñan en dirigirnos la vida...
    Cariños directos a Buenos Aires.

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  15. Dib:
    ¿Estás seguro, ché? Hay mucha gente que se deja dirigir.
    Por lo menos, intento que no me coman el coco demasiado.
    Cariños.

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  16. Zarzamora:
    Gracias. Viniendo de ti la apreciación, es como más halagüeña.
    De todos modos, no soy yo bueno en esto.
    Saludos.

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