El hombre propone...

Fotografía de Diego Morales

A las lechugas, aliñadas y presentadas tal que así, las llamamos en Murcia "perdices".

Menudo festín para despedir el año: mis perdices, mi cuenco de sopa de estrellas, mi copa de agua, mi pastillica de ibuprofeno y mis doce granos de uva. Ataviado con mi pijama verde, mi batín verde y mis zuecos azules de farmacia. Sentadico en el sofá, con mis 38'5º de fiebre, hecho un fardo, con la cabeza más p'allá que p'acá... pero eso sí, me zampé mis doce uvas y me vi al Mota, a la Igartiburu y a toda la farándula que se asomó a la pantalla a ver cómo estaba y a desearme feliz año. ¡No iba a desairarlos!

Pero ahora pa los Reyes Magos me pienso desquitar: me voy a zampar yo solo un roscón, me voy a quedar con todas las figuritas, me beberé dos vasos de chocolate caliente y una botella de sidra enterica e incluso lo mismo me pienso fumar un cigarrillo o dos. Y me voy a beber también las tres copas de vino viejo antes de que lo hagan los Reyes, y hasta la hierba de los camellos pienso rumiar. Y y y me voy a poner corbata.

¡Pues nos ha merengao -decía no sé qué personaje de Camilo José Cela! ¡No me he puesto malo -de acostarme, se entiende- en varios años y lo hago ahora!