lunes, 14 de marzo de 2022

Las piernas no son del cuerpo. Juan Luis Cano.

Fotografía de Diego Morales.
La octava lectura es este entrañable recordatorio de cómo éramos y vivíamos en los sesenta-setenta.

Gracias a nuestros padres, que trabajaron duro y se sacrificaron más, hemos vivido mejor. Ahora, con más comodidades, tenemos menos tiempo y menos espacio.

Chicles Bazoka, cigarrillos de chocolate, zapatos Gorila, Exín Castillos, venta de barras de hielo, leche hervida, maestros que daban palmetazos...

Gracias, Z.

:)


 

3 comentarios:

  1. Mari Carmen:
    sí, ha sido una zambullida divertida y nostálgica.
    ¡Qué tiempos aquellos!
    Salu2.

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  2. Un regreso al país de la infancia siempre da un buen sabor de boca. Ay de aquellas entrañables Chiruca para las acampadas también...
    Bises au pays des rêves, murcianico.

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  3. Zarzamora:
    sí, he revivido muchos momentos.
    ;)
    Salu2 septentiers.

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Tu comentario es una estrella fugaz: refulgente en la noche, permanente en mi recuerdo.