Ciertamente una costumbre arraigada en nuestro Pais y que nos resistimos a perder, quizas sea por esa ilusión que se refleja en las caras infantiles, como siempre. Un abrazo.
Yo recuerdo el juego de cubiertos de plata. Qué horror de regalo de comunión. Eso sí, el órgano blanco aún lo conservo y a mis sobrinas les encanta tocar las teclas.
Tiempo de ver marineritos en tierra, y princesitas fuera de los libros.
ResponderEliminarSaludos
Ciertamente una costumbre arraigada en nuestro Pais y que nos resistimos a perder, quizas sea por esa ilusión que se refleja en las caras infantiles, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tiempo de comuniones. Muchos niños hacen su primera comunión... y la última.
ResponderEliminarKarin:
ResponderEliminar¡Y despilfarros y ostentaciones a tutiplén!
Salu2 en común.
Jmir:
ResponderEliminarCreo que ha pasado de ser un acontecimiento religioso a uno social.
Salu2 aconteci2.
Amparo:
ResponderEliminarMe temo que sí, que para muchos es la primera y la última comunión.
Salu2 primeros.
Yo recuerdo el juego de cubiertos de plata. Qué horror de regalo de comunión. Eso sí, el órgano blanco aún lo conservo y a mis sobrinas les encanta tocar las teclas.
ResponderEliminarSaludos!!
K:
ResponderEliminarYo tuve pocos regalos: un estuche con pluma y bolígrafo. Y no me acuerdo de más.
Salu2 comunes.