viernes, 16 de julio de 2010

De José Miguel Ridao

Fotografía de Diego Morales
Majaelrayo - Guadalajara - España

Calado hasta los besos

Caen gotas en mi cerebro;
rumor de aguas infinitas
corriendo cuerpo abajo,
hasta el dedo más remoto.
La pena fluye por las corrientes
de los arroyos internos
nacidos de manantiales abiertos
en huecos insospechados,
y alimenta suavemente
un corazón mojado,
de latir vacilante,
calado hasta los besos
en este invierno tan largo.


8 comentarios:

  1. ¡Ay el señor Ridao! que igual te deja a cuadros como consigue que sa te salten las lagrimas. Que te sorprende con una leccion de economia o te acaricia con unos versos.
    ¡Inmenso Ridao!

    Besos señor Diego, ya sabe, a repartir.

    ResponderEliminar
  2. Genial la vena poética de Ridao, para sacarse el sombrero. Es tan multifacético el hombre que tanto puede con sus greguerías como con tamaño poema.
    Debe ser la blogueína :)

    Gracias por traerlo, Dyhego.

    Besos y cariños para los dos.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta este poema...el título sólo ya me gusta.

    ResponderEliminar
  4. Una preciosidad sin duda , y con una sensibilidad exquisita.
    Suave y dulce-

    Gracias.

    ResponderEliminar
  5. MAILE:
    Ridao está sembrao.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  6. LILIANA:
    Polifacético, eso es lo que lo define.
    Cariños.

    ResponderEliminar
  7. MAITE:
    El título es genial.
    Salu2.

    ResponderEliminar
  8. LOURDES:
    Tienes razón, como siempre.
    Salu2

    ResponderEliminar

Tu comentario es una estrella fugaz: refulgente en la noche, permanente en mi recuerdo.